El director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, ha realizado un análisis del sector del pistacho en la región, augurando un aumento de la productividad en los próximos años a tenor de la superficie plantada, escenario ante el que reivindica la agrupación de las cooperativas en los procesos del procesado y de la comercialización.
Castilla-La Mancha, líder
En una entrevista con Europa Press, Del Real ha recordado que Castilla-La Mancha es la principal región productora de pistacho en España y de Europa, con casi el 80% de la superficie total nacional dedicada a este fruto seco, rozando las 80.000 hectáreas.
Un total cultivado que, por el momento, solo está en producción un 15% del mismo, ya que el resto está aún en crecimiento para un árbol que necesita hasta ocho años para ser productivo.
8.000 hectáreas más al año
Con este escenario, ha afirmado que en los próximos años se irá aumentando la superficie en producción a razón de aproximadamente 8.000 hectáreas más por año, por lo que «la explosión productiva está por llegar».
A todo ello suma buenas perspectivas para el mercado nacional y regional, ya que según sus cálculos, la producción actual aún no cubre el 12 por ciento del consumo de todo el país.
Y es que además de las «propiedades saludables» derivadas de su consumo, se añade que es «un producto que está en expansión en cuanto a entrada de nuevos consumidores», por lo que hay que ser «optimistas» en cuanto a su rentabilidad.
Con estos condicionantes, lo que pretende ahora Cooperativas Agro-alimentarias es «vertebrar toda la producción que se va a recolectar» dentro de «muy pocos años», algo que se quiere hacer «sin cometer los errores que antaño se produjeron en otros sectores agroalimentarios, en los que se crearon numerosas cooperativas dedicadas a lo mismo en los mismos pueblos o comarcas».
Capacidad de procesado
El reto pasa por consolidar más capacidad de procesado de este cultivo, ya que el pistacho, al menos en las primeras fases de procesado, «se parece más a la uva que a la almendra», pues necesita un primer secado en un plazo muy corto de tiempo desde que es recolectado, entre 24 o 48 horas como máximo para que no se estropee», argumenta, lo que le sirve para poner de manifiesto la necesidad de «unas infraestructuras» que aglutine a los productores en esta fase de la cadena.
«Las cooperativas, que ya han creado secciones de frutos secos, están montando instalaciones para el pistacho. Y una vez que el pistacho esté secado, intentamos crear estructuras más dimensionadas para las siguientes fases, sobre todo para la industrialización», desgrana Del Real. Una estrategia que está encaminada a comercializar conjuntamente toda la producción y evitar así una competencia entre productores.
La planta de pistacho más avanzada de Europa está en un pueblo de Cuenca
Estructuras comercializadoras
«Queremos que haya pocas estructuras comercializadoras que aglutinen el mayor volumen de pistacho a sacar al mercado; estructuras cooperativas que tengan capacidad de abordar mercados de valor a nivel nacional y, sobre todo internacional. Y en ese esquema estamos trabajando», afirma.
Unos pasos que habrá que dar con la intención de sacar «el mayor valor posible» a un producto «rentable y que está de moda», para lo cual ya se cuenta con herramientas proporcionadas por la Consejería de Agricultura en la región, «que ya ha puesto en marcha un plan estratégico para crear estructuras eficientes».