La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado un nuevo radar de tramo que tiene una larga extensión: más de 9 kilómetros. Está muy cerca de Toledo, aunque en su totalidad discurre por la Comunidad de Madrid, pero rodeado por la propia capital y algunos municipios como Mocejón, Añover de Tajo y Yepes.
El nuevo radar está situado en la carretera N-400, que es la carretera que une la capital regional con la A-4, a la altura de Ontígola.
El tramo en el que la DGT vigilará la velocidad se inicia sobre el kilómetro 13,8, a la altura de Algodor y extiende hasta el inicio kilómetro 23 de la N-400, o viceversa, por lo que aglutina en su recorrido toda la zona de rectas que hay en esta carretera.
Además, no es el único radar que hay en este tramo de la N-400, puesto que también hay un radar fijo a la altura de la cárcel de Aranjuez.

Imagen de uno de los postes de inicio o final del radar de tramo instalado en la N-400, cerca de Toledo capital.
Otro radar nuevo en la provincia de Toledo
No es el único radar nuevo que ha instalado la DGT en recientes fechas, puesto que también ha puesto uno en la CM-401, a la altura de la antigua discoteca «Agualoca».
Estos radares se unen a los ya anunciados de a primeros de año, la DGT anunció la instalación de 122 nuevos puntos de control de velocidad a lo largo de 2025, de los cuales 32 (7 fijos y 25 de tramo) empezaron funcionar el 1 de septiembre.
De esos 25 puntos de control de tramo, tres se instalaron en carreteras de la provincia de Toledo:
- N-401a: se encuentra activo entre los kilómetros 91,62 y 93,55, dentro del municipio de Ajofrín.
- N-403: este radar está instalado en la carretera N-403, de doble sentido, entre los kilómetros 48,99 y 52,38, en el municipio de Escalona.
- A-5: el único radar que afecta a una vía de alta capacidad está ubicado entre los kilómetros 83,70 y 85,35 en dirección a Extremadura, dentro del municipio de Santa Olalla.
