Agustín Yanel
Quienes sigan la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, cada miércoles, probablemente tendrán la sensación de que eso ya lo han vivido antes: varios diputados del PP hacen preguntas sobre un mismo asunto, que previamente habrá publicado algún medio de comunicación, pensando que por fin van a conseguir que Pedro Sánchez convoque elecciones; los de Vox, además de soltar algún insulto, presentan una fotografía de España que se parece muy poco a la realidad; los cuatro diputados de Podemos sorprenden con sus posicionamientos y sus votos; los de Junts depende de por dónde les haya dado el aire ese día al levantarse…
Cada miércoles es más de lo mismo en el Congreso. Se escuchan, sobre todo desde las filas del PP y Vox, frases huecas buscando titulares en los medios de comunicación y para difundir por sus redes sociales; exabruptos e insultos por parte de algunos diputados que, incapaces de plantear una crítica sólida, traspasan todas las líneas rojas de una mínima educación parlamentaria; datos que no se corresponden con la realidad; acusaciones sin fundamento y contrarias a la presunción de inocencia que reclaman cuando les afecta a ellos…
Balance negativo para Feijóo en sus cara cara con Sánchez
Los asesores del Partido Popular se afanan en buscar la fórmula para que Alberto Núñez Feijoo salga airoso de su cara a cara con Pedro Sánchez, pero la mayoría de las semanas no lo consigue porque el presidente del Gobierno tiene la habilidad de aprovechar las preguntas del líder del PP para vender sus logros como gobernante sin responder a lo que le ha preguntado cuando no le interesa, no entrar en un asunto concreto o hacer que las palabras de Feijóo se vuelvan contra Feijóo.
En el PP hay quienes muestran en privado su preocupación y reconocen que, semana tras semana, su líder pierde casi siempre en el cara a cara con Pedro Sánchez en la sesión de control. La última derrota parlamentaria se produjo el 22 de octubre, cuando Núñez Feijóo tuvo la ocurrencia de apoyar su pregunta a Pedro Sánchez en una equivocación verbal de Yolanda Díaz y el presidente lo aprovechó para devolverle la pelota y salir airoso.
El día anterior, en la sesión de control al Gobierno en el Senado, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tuvo un lapsus al responder a la portavoz del PP, Alicia García, y dijo: «Señora García, queda Gobierno de corrupción para rato». Está muy claro que quería decir «Gobierno de coalición» y no «de corrupción», pero en el PP debieron pensar que esa equivocación era importante para atacar al Ejecutivo, Y, por increíble que parezca, Feijóo preguntó al presidente en qué datos económicos se basa la vicepresidenta segunda y ministra para haber dicho esa frase.
Sánchez a Feijóo: «Usted es el campeón del lapsus»
Como era de esperar, Pedro Sánchez aprovechó para poner a Feijóo frente a un espejo y le recordó algunos de los muchos lapsus que el líder del PP ha cometido en distintas intervenciones parlamentarias y públicas. «Usted es el campeón de los lapsus. ¿O es que cuando dice que Huelva está en el Mediterráneo y que [George] Orwell escribió su obra 1984 en el año 1984, y no en 1949, no son lapsus sino incultura?».
No es serio que el líder del PP, para ejercer el control parlamentario al Gobierno, sustente su pregunta al presidente en un lapsus lingüístico. Es frívolo, y la ciudadanía no merece esa frivolidad en quien aspira a gobernar.
Hay personas dedicadas a política que aún no se han dado cuenta de que la política-espectáculo es flor de un día. Con ocurrencias, frases más o menos ingeniosas, juegos de palabras o chascarrillos pueden conseguir el aplauso inmediato y mucha repercusión en las redes sociales, pero eso no mejora la vida de la ciudadanía. Y a esto último deben dedicarse.