ENCLM publica un artículo de opinión de Raúl del Viso, gerente de EAPN CLM, sobre las medidas que propone esta entidad para combatir la pobreza en la comunidad autónoma. EAPN es una red de 64 entidades de acción social de Castilla-La Mancha, que luchan desde 1994 contra la pobreza y exclusión social desde varias perspectivas:
«Tras el desarrollo del “Pacto por la reactivación económica y el empleo 2021-2024” desarrollado en la región para contrarrestar los efectos de la Crisis Covid 19 y cuyos efectos, tal y como hemos comprobado en los recientes datos sobre pobreza y exclusión publicados el pasado 17 de octubre, aún no alcanzan a más de un tercio de la población, se pone en marcha el “Acuerdo Castilla-La Mancha, Horizonte 2030”, que pretende responder a los retos que la región tiene ante sí en los próximos años. Por ello, desde la Red EAPN, aplaudimos estas necesarias iniciativas, a las que queremos incorporar un humilde paquete de medidas muy concretas para completar el Eje 7 “Sociedad del Bienestar”. Son propuestas realistas, medibles y económicamente realizables, pero sobre todo, útiles para cambiar las vidas de demasiada gente. Aprovechando que estamos en un momento de preparación de los Presupuestos Generales de la Junta, creemos que es hora de apostar fuerte por mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
«Lo que no se mide, no mejora»
La primera medida parte de la premisa del gurú de la gestión Peter Druker –“Lo que no se mide, no mejora”- por lo que proponemos un Observatorio Regional de la Pobreza y la Exclusión, es decir, un “cerebro” para seguir los datos en tiempo real, evaluar qué funciona y corregir el rumbo cuando haga falta, publicando al menos un informe anual y recomendaciones operativas para que la administración pueda tomar decisiones informadas.
La segunda propuesta tiene que ver con el necesario refuerzo en materia de psicología/psiquiatría en Atención Primaria, incluyendo nuevos centros de salud mental comunitaria, un hospital de día infanto-juvenil y unidades móviles para el medio rural con el fin de reducir listas de espera, prevenir crisis y mejorar la calidad de vida, especialmente en jóvenes. Se trata de la medida más costosa, pero la salud es clave en el bienestar de las personas y comunidades.
Acceso sociosanitario en zonas rurales despobladas
En paralelo a la anterior, proponemos el acceso sociosanitario en zonas rurales despobladas a través de telemedicina y teleasistencia en consultorios y domicilios, dotada de equipos itinerantes médico-sociales, con puntos comarcales de atención sociosanitaria y transporte a demanda coordinado con citas, que permitan la igualdad territorial real: vivir en un pueblo no puede ser una desventaja para la salud y los apoyos sociales.
La cuarta propuesta debería ser la primera, ya que un plan integral contra la pobreza infantil que alcanza ya a dos de cada cinco niños de la región, y debe estar compuesta por una prestación autonómica por hijo a cargo complementaria al IMV, becas comedor durante 12 meses, material y conectividad, ampliación 0-3 años para familias vulnerables y equipos de intervención y acompañamiento familiar para reducir drásticamente la pobreza infantil y cortar su reproducción entre generaciones, por lo que no se debería escatimar esfuerzos en mejorar el futuro de todos.
Atender a las situaciones de pobreza energética
Como complemento a la anterior, queremos atender a las situaciones de pobreza energética, evitando que haya “ni un hogar a oscuras”, y donde proponemos ayudas de emergencia reforzadas, acuerdo de no cortes para hogares vulnerables, rehabilitación energética gratuita de viviendas y oficinas de asesoramiento energético, con lo que queremos lograr cero cortes a familias vulnerables y reducción fuerte de hogares que no pueden mantener temperatura adecuada.
Por último, una propuesta de mejora en la gestión para disponer de una atención sociosanitaria integrada (una sola puerta), donde existan equipos conjuntos sanidad-servicios sociales, con gestor/a de casos, historia clínica-social compartida y atención domiciliaria coordinada, que permita reducir ingresos evitables, agilización de las altas y cuidados centrados en la persona.Estas seis propuestas que hacemos al “Acuerdo Castilla-La Mancha, Horizonte 2030” se basan en las lógicas compartidas con el gobierno de reducir la pobreza de la ciudadanía y reducir la desigualdad territorial, mejorar la salud (también mental), apoyar a las familias y a la dignidad y eficiencia de los hogares dignos, y por supuesto, disponer de unos servicios públicos eficientes que trabajan juntos en lugar de en paralelo. Todo ello con indicadores claros y evaluación anual para rendir cuentas.
Creemos que el momento de revisión presupuestaria actual es la oportunidad. Con una inversión bien dirigida y sostenida, Castilla-La Mancha puede dar un salto en cohesión social y mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía. Desde EAPN-CLM proponemos estas palancas y nos ofrecemos a colaborar en su despliegue y seguimiento, ya que reducir la pobreza no es un eslogan: es una decisión política respaldada por recursos, datos y compromiso colectivo».