Cada mes de diciembre, mientras España entera se contagia de la fiebre del Sorteo de Navidad, en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) la suerte se comparte. En este municipio de algo más de 3.800 habitantes, todos los vecinos participan con el mismo número en el sorteo más esperado del año gracias a una tradición que se remonta a principios de los años 80.
Desde entonces, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Mudela ha mantenido viva esta costumbre que convierte la Lotería en un símbolo de unidad. Todos los vecinos censados a 1 de enero reciben dos participaciones de 30 céntimos cada una, costeadas por los grupos políticos municipales con parte de la asignación económica que reciben cada año. De esta forma, ningún vecino se queda fuera del sueño común de ver caer el “Gordo” en el pueblo.
El número con el que participa el pueblo no se repite nunca: se elige cada año por sorteo, reforzando el carácter simbólico de la tradición. En 2024, por ejemplo, los vecinos cruzaron los dedos por los números 56.771 y 84.638, con la esperanza de que alguno resultara agraciado. Aunque la fortuna aún no ha sonreído con el primer premio, el gesto sigue siendo motivo de orgullo local.
Las papeletas se reparten casa por casa, sin distinción: da igual si es una persona sola o una familia numerosa, todos reciben el mismo número de participaciones. Si la suerte llegara a Santa Cruz de Mudela, cada vecino recibiría alrededor de 6.000 euros por el Gordo.
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Una tradición que une generaciones
El reparto de Lotería se ha convertido en una de las citas más esperadas del calendario local, junto a las fiestas patronales o las celebraciones navideñas. Muchos vecinos conservan con cariño participaciones de años anteriores como recuerdo de una costumbre que une generaciones.
Aunque las probabilidades de que el Gordo caiga en el número elegido sean mínimas (1 entre 100.000), la ilusión no decae. No en vano, Santa Cruz de Mudela sabe lo que es tener a la suerte de su lado: en 1995, el premio de El Niño dejó en la localidad más de 6.800 millones de pesetas (unos 40 millones de euros).
Desde entonces, cada diciembre se repite la misma escena. Los vecinos recogen su participación, sonríen y comentan en las calles cuál será el número de este año. Porque en Santa Cruz de Mudela, más que jugar a la Lotería, se celebra el orgullo de ser un pueblo donde la ilusión se reparte por igual.
