En Ciudad Real hay dos puertas que la Guía Michelin vuelve a señalar en 2026. No cuentan con estrellas, no buscan el espectáculo y no presumen de vanguardia. Sin embargo, año tras año, quienes entienden de gastronomía coinciden en que allí dentro se cocina algo que merece ser disfrutado. Dos espacios muy distintos, pero unidos por la constancia, el respeto al producto y una identidad que no necesita artificios.
Tras esa primera capa de discreción se esconden dos proyectos consolidados: el asador clásico, donde el horno de leña marca el ritmo de la casa, y el mesón, donde la cocina manchega y la caza se reivindican con una autenticidad difícil de encontrar.
Son San Huberto y Mesón Octavio, los únicos restaurantes de la provincia de Ciudad Real recomendados por la Guía Michelin 2026, que vuelve a situarlos entre los nombres propios de la gastronomía, junto a los tres establecimientos con estrella que han vuelto a repetir en esta edición, y que son Epílogo (Tomelloso), Retama (Torrenueva), y El Coto de Quevedo (Torre de Juan Abad).
San Huberto: el asador de referencia en la capital
Situado en la calle Montiel, San Huberto es uno de los clásicos de Ciudad Real. Con más de dos décadas de historia, ha construido su reputación sobre una premisa sencilla: asados tradicionales, producto fresco y una cocina reconocible. La Guía Michelin destaca su solidez, el cuidado por los ingredientes y la fidelidad a un estilo que no ha perdido vigencia.
Su carta gira en torno al cordero lechal, el cochinillo, los pescados del día y una selección de entrantes de corte tradicional. El local cuenta con comedor, zona de bar y terraza de verano, y es uno de los lugares más habituales para comidas familiares, celebraciones y encuentros de fin de semana.
A lo largo de los años, se ha convertido también en parada habitual para muchas personalidades y caras conocidas que pasan por Ciudad Real. Figuras del deporte, la comunicación, la cultura, la política e incluso miembros de la Casa Real han elegido en más de una ocasión su comedor para disfrutar de una comida discreta y de calidad antes de continuar viaje o aprovechando una visita a la ciudad.
Mesón Octavio: tradición manchega, caza y un Bib Gourmand
En la calle Severo Ochoa, el Mesón Octavio confirma un año más su presencia en la guía con la distinción Bib Gourmand, que reconoce la buena relación calidad-precio. El proyecto familiar de la familia García Castro se ha convertido en un referente de la cocina manchega más auténtica, donde la caza, el producto local y los sabores de raíz ocupan un lugar central.
La Guía Michelin destaca elaboraciones como las albóndigas de jabalí, el lomo de venado, las migas, el pisto manchego o versiones actualizadas de platos tradicionales como el bacalao acompañado de gachas. Al reconocimiento gastronómico se suma una cuidada atención en sala y un ambiente acogedor que completa la experiencia.
La figura de Belén, jefa de sala del Mesón Octavio, es determinante. Considerada una de las mejores sumilleres de Castilla-La Mancha, su criterio convierte cada visita en una experiencia redonda. Es habitual que recomiende vinos, seleccionados de bodegas de La Mancha que encajan a la perfección con los platos de caza y con las elaboraciones de raíz que salen de cocina.
Su conocimiento del producto y su capacidad para maridar sabores añaden un valor diferenciador que muchos clientes destacan como una de las señas de identidad del restaurante.
Dos apuestas seguras
En una provincia donde los restaurantes con estrella se reparten por el territorio, la capital conserva en San Huberto y Mesón Octavio dos proyectos que sostienen la identidad gastronómica local y que ofrecen, desde caminos opuestos, una misma certeza: en Ciudad Real también se come muy bien.
