La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha tramitado cerca de medio centenar de expedientes sancionadores a pacientes que han protagonizado agresiones, físicas o verbales, contra profesionales del SESCAM, según ha informado hoy el director general de Recursos Humanos y Transformación, Iñigo Cortázar.
Castilla-La Mancha es una de las tres comunidades autónomas que cuentan con un procedimiento sancionador específico para las agresiones a los profesionales del ámbito sanitario, que permite actuar con rapidez y dotar al sistema sanitario de herramientas más ágiles para responder ante cualquier episodio de violencia en centros asistenciales.
Este procedimiento permite sancionar mediante multa económica a los autores de agresiones físicas o verbales que se produzcan en el ámbito sanitario, con independencia de poder acudir a la vía judicial. La sanción mínima para las infracciones muy graves, como las agresiones físicas, llevan aparejada una multa de 15.000 euros.
Por otra parte, tal y como ha indicado Cortázar, se va a ampliar la consideración de autoridad pública a todos los profesionales sanitarios, también a los efectos del procedimiento administrativo y a aquellas infracciones que son constitutivas de delito.
“Esto quiere decir que el testimonio de un profesional va a tener valor probatorio per se, es decir, que, si un profesional sanitario dice que le han agredido, tiene valor probatorio. Con eso es suficiente para destruir la presunción de inocencia administrativa del presunto agresor”, ha explicado.
Asimismo, se ha incluido la posibilidad de iniciar procedimientos sancionadores administrativos, a aquellos agresores que también hayan sido condenados por sentencia judicial.
“Hasta ahora, donde llegaban los jueces, si había un delito, no podíamos actuar de manera administrativa. A partir de esta modificación, que se va a producir con la Ley de Acompañamiento en las próximas semanas, se va a poder también repercutir”, ha asegurado.
Aumentan las agresiones, pero la tasa de Castilla-La Mancha es inferior a la media nacional
Cortázar ha participado en el Foro Profesional sobre Agresiones a Sanitarios, organizado por el Colegio de Médicos de Toledo, donde ha subrayado que Castilla-La Mancha “no va a dar ni un paso atrás en la defensa de sus profesionales” y ha reiterado que “ninguna agresión, ni física ni verbal, va a quedar sin respuesta”.
Durante su intervención, ha recordado que los registros del Sescam muestran una tendencia de incremento en el número total de notificaciones, algo que sucede también en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.
Sin embargo, ha señalado que Castilla-La Mancha mantiene una tasa de agresiones significativamente inferior a la media nacional: en 2024 fue un 34,45% menor que el promedio del SNS, una diferencia que ha aumentado respecto al ejercicio anterior.
En el caso de Atención Primaria (el nivel asistencial donde se concentra el mayor riesgo), la tasa nacional fue en 2024 de 46,43 agresiones por cada 1.000 profesionales, mientras que en Castilla-La Mancha se situó en 28,02, más de 18 puntos por debajo. Además, el peso de las agresiones físicas en la región representa la mitad de la media estatal.
“Estos datos no son motivo de celebración”, ha advertido, “pero sí reflejan que el trabajo preventivo que se viene desarrollando en Castilla-La Mancha está dando resultados”.
Medidas reforzadas para aumentar la protección
A lo largo de su intervención, el director general ha detallado las principales actuaciones que el SESCAM está desplegando en los últimos años para reducir el riesgo de agresiones y mejorar la respuesta ante los incidentes. Entre ellas ha mencionado la mejora de los sistemas de alerta y dispositivos tecnológicos, la ampliación de la asesoría jurídica 24/7, la formación en desescalada y comunicación, y el impulso a la figura del director de seguridad, pionera en el SNS.
También ha destacado la importancia de la coordinación institucional a través del Observatorio contra las Agresiones a Profesionales de Castilla-La Mancha. Asimismo, ha insistido en que “el fenómeno de las agresiones no puede afrontarse únicamente desde la estructura sanitaria”, por lo que ha apelado a la colaboración ciudadana y a la necesidad de que exista una “conciencia social clara” sobre las consecuencias que comporta agredir o intimidar a un profesional que está prestando un servicio público esencial.
Un compromiso firme: apoyo integral y ninguna agresión impune
En su intervención, el director general ha recordado que los profesionales agredidos cuentan no solo con asistencia jurídica inmediata, sino también con apoyo psicológico y acompañamiento durante todo el proceso de recuperación. “La persona agredida no debe sentirse sola en ningún momento”, ha señalado.
Iñigo Cortazar ha concluido destacando que el objetivo del SESCAM es doble: reducir el número de agresiones y garantizar que cuando se produzcan no queden impunes. “Cada profesional protegido, cada agresión evitada, se traduce en mejor seguridad para los pacientes, más calidad asistencial y un sistema sanitario más sólido. Seguiremos trabajando con determinación para que Castilla-La Mancha siga siendo una de las comunidades más seguras para ejercer la profesión sanitaria”.
