El vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, ha defendido este lunes en una atención a medios en Socuéllamos la necesidad de prorrogar las concesiones de agua vinculadas al Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG) y ha exigido una solución inmediata que compatibilice la protección medioambiental con el desarrollo agrario y socioeconómico de la zona.
4.700 concesiones de agua
Caballero ha recordado que 4.700 concesiones de agua están pendientes de renovación en el año 2027 como consecuencia de la finalización del Plan Especial del Alto Guadiana y ha sido tajante al afirmar que “en ningún caso desde el Gobierno de Castilla-La Mancha vamos a permitir que se deroguen”.
En este sentido, ha garantizado a los agricultores de la región que el Ejecutivo autonómico “lo va a defender ante el Gobierno de España y va a exigir que estas concesiones se mantengan y vayan más allá del año 2027”.
El vicepresidente segundo ha defendido que dichas concesiones deben prorrogarse, ya que “no se han cumplido los objetivos por los que se establecieron y es necesario disponer de más tiempo para que estas concesiones se puedan desarrollar y cumplir esos objetivos que estaban previstos en el Plan Especial del Alto Guadiana”.
Plan Especial del Alto Guadiana
Asimismo, Caballero ha recordado que entre los años 2011 y 2017 el Plan Especial del Alto Guadiana se interrumpió por decisiones adoptadas tanto por el Gobierno de España como por el Ejecutivo autonómico de entonces, lo que, a su juicio, obliga a “utilizar esos años que están pendientes y asociarlos al desarrollo futuro, incluso más allá de esos años en los que no se pudo ejecutar el plan”.
Tablas de Daimiel
En este contexto, Caballero ha subrayado que en los municipios del Alto Guadiana es imprescindible enlazar la protección medioambiental con la actividad agraria, señalando que “hay que conjugar, por un lado, el mantenimiento de la biodiversidad, especialmente en nuestros humedales y de manera particular en un tesoro como son las Tablas de Daimiel, pero al mismo tiempo el desarrollo y la riqueza socioeconómica que aporta la agricultura vinculada al regadío”.
Por ello, el vicepresidente segundo ha reclamado al Gobierno de España y al Ministerio competente que “se sienten a la mesa y nos pongamos a trabajar de inmediato”, analizando tanto las propuestas del Ministerio como las planteadas por Castilla-La Mancha, con el objetivo de “dar una solución que compatibilice el mantenimiento y la biodiversidad en las Tablas de Daimiel con el desarrollo socioeconómico agrario del Alto Guadiana”.
