La escena se repite cada día en Ciudad Real. Personas que esperan pacientemente su turno, miradas curiosas que se asoman al interior y un murmullo constante de expectación. No es un espectáculo cualquiera lo que congrega estas colas interminables, sino el belén de Ciudad Real, una cita ya imprescindible de la Navidad que vuelve a sorprender y emocionar a quien lo recorre.
El montaje se expone en el Antiguo Casino de Ciudad Real y está organizado por la Asociación de Belenistas de Ciudad Real, que este año propone un viaje diferente al relato tradicional. Bajo el título «El sueño del Carpintero», el belén sitúa a José en el centro de la narración y construye a su alrededor una historia que se despliega escena a escena, invitando al visitante a detenerse, observar y descubrir.
El presidente de la asociación, Antonio Vich, explica que este montaje supone «un salto de calidad en todos los aspectos», fruto de meses de trabajo y de una apuesta clara por la espectacularidad y el rigor artístico. El resultado es el belén más monumental realizado hasta la fecha por el colectivo belenista de la capital.
Vich detalla que lo es por tres motivos fundamentales. El primero, el patrimonio escultórico, realizado íntegramente a palillo por José Ángel García, uno de los grandes referentes del belenismo internacional. El segundo, el aumento de escala, con figuras y construcciones aproximadamente un 30% más grandes que en ediciones anteriores. Y el tercero, el tratamiento del paisaje, cuidado al milímetro, desde los suelos hasta la gruta de la Natividad, pasando por montañas y el monte de los Olivos.

La figura de San José en el belén del Antiguo Casino de Ciudad Real
El recorrido conduce al visitante por escenas de gran fuerza visual y narrativa, como la Anunciación a la Virgen María, José construyendo su casa en Nazaret acompañado de un amigo, los Reyes Magos perdidos en el camino y, como punto culminante, el portal de la Sagrada Familia, situado este año en una gruta con una cascada de agua al fondo. Todo ello rodeado de miles de pequeños detalles que hacen que cada visita sea distinta.
Un belén que impacta por su tamaño, su nivel artístico y su capacidad para contar una historia, y que explica por qué, un año más, verlo se convierte en una parada obligada de la Navidad en Ciudad Real, incluso aunque haya que esperar.
Pero no es el único belén
La capital suma estos días una completa ruta belenista con montajes repartidos por distintos espacios de la ciudad. En los bajos del Ayuntamiento de Ciudad Real se puede visitar el Belén Napolitano, que este año incorpora once nuevas figuras realizadas por los artistas gaditanos Vázquez y Luna.
El montaje incluye curiosidades como una figura que representa a Antonio Vich y diversos guiños compartidos con el belén del Casino. Destaca por su fuerte simbolismo, con escenas como San José dormido y soñando, el edicto de César Augusto representado por romanos a caballo y un cuidado trabajo de vegetación y escenografía, además de un homenaje a la Talaverana con motivo de su centenario.

Belén napolitano instalado en los bajos del Ayuntamiento de Ciudad Real
La ruta belenista se amplía también con el belén instalado en uno de los patios del palacio de la Diputación Provincial de Ciudad Real, un montaje institucional a cinco caras con figuras del belenista Villagrasa, que destaca por el tratamiento de los ropajes, la estilización de las figuras y la sensación de movimiento y naturalidad del conjunto. A estos se suman los belenes de parroquias y viviendas particulares, que refuerzan una tradición muy arraigada en la ciudad.
