Cuatro décadas, casi 200 periodistas, 11 delegados regionales… La vida de la Agencia Efe en Castilla-La Mancha ha transcurrido paralela a la de la propia comunidad autónoma, creada por una ley orgánica en 1982. Los profesionales han contado el acontecer diario de Castilla-La Mancha y sus protagonistas y, con sus noticias cada día del año durante 40, han contribuido a dar alcance nacional e internacional a una región que nació como un hecho administrativo. Hoy, en parte por la aportación de Efe, esa autonomía es una voz sonora en España.
La casi nonagenaria agencia pública de noticias española, una de las principales del mundo, aterrizó con una todavía pequeña redacción en Toledo en octubre de 1985. Sus periodistas y fotógrafos han sido ojos y oídos para una sociedad formada hoy por algo más de 2,1 millones de habitantes, a los que han contado buenas y malas noticias recogiendo en sus teletipos, crónicas o reportajes las declaraciones, leyes, crisis, nombres propios, colectivos o datos que han ido conformado la identidad y la historia de Castilla-La Mancha.
Efe en Castilla-La Mancha
Hoy, ocho periodistas y un fotógrafo toman el testigo de varios cientos de compañeros. Son Lidia Yanel, Cristina Serena, Rafa Riesco, Miriam Serradilla, Silvia Bejarano, Diego Albaladejo, Pablo Ayerbe e Ismael Herrero, fotógrafo. A ellos suman cada día la información que aporta su red de corresponsales y colaboradores.
Trabajan sobre un terreno de más de 80.000 kilómetros al que ofrecen noticias todos los días del año. Lo hacen adaptándose a los tiempos, con las tecnologías del siglo XXI, los desafíos inagotables del presente y la esencia de siempre de la agencia: información pura y dura. No cabe la opinión ni la interpretación ni el adorno.
Efe generalmente se dirige al periodista o a instituciones, empresas o entidades que necesitan saber rápido lo básico y que sea fiable. Esa es su cartera. Así que en los teletipos de Efe todo es carne magra… Y no se firman. Luego los periodistas de los medios de comunicación suscritos a la agencia dan el tratamiento que consideren, de acuerdo a sus líneas editoriales, a su personalidad periodística, a sus prioridades informativas o a las exigencias de unos lectores, cada vez más esquivos y distraídos.
ENCLM ha repasado 40 años de Efe en Castilla-La Mancha con cuatro compañeros que están o han estado en la agencia. La actual delegada, Lidia Yanel, lo ha sido todo en los últimos 30 años: becaria, corresponsal, redactora y ahora “la jefa”; tres décadas en las que se ha hecho un nombre propio en la cainita profesión de periodista. Tiene claro que lo único que no cambia en todo este tiempo es la personalidad de las noticias de Efe. “Nosotros buscamos contrastar la información, intentamos ponerla en contexto, citar las fuentes, escribirla bien y que sea información que interese a la ciudadanía”.
“Todo el mundo quiere salir en Efe»
Ese rasgo lo comparten todos y están orgullosos de su libro de estilo informativo. Cristina Serena, que fue delegada regional 10 años, respetada periodista y veterana redactora que ha estado en Andalucía, Extremadura en Castilla-La Mancha, añade otra característica más. “Todo el mundo quiere salir en Efe; y eso es un aliciente que nos anima a trabajar con rigor y meticulosidad; porque sabemos que tanto los compañeros de otros medios como las fuentes confían en nosotros y tenemos que responder a esa confianza”.
Responsabilidad es una palabra que pasa por la cabeza de plumillas y gráficos al enfrentarse a la tarea diaria. Lo sabe muy bien Sara Burgos, otra brillante periodista que salió de Efe, que hoy es directora general de Comunicación del Gobierno de Castilla-La Mancha. “Desde el punto de vista de la comunicación institucional, Efe es clave para trasladar los mensajes a la comunidad autónoma. Si lo cuenta Efe es una garantía de que la información va a llegar al ciudadano, que es lo que pretendemos desde los gabinetes institucionales, ser de utilidad para el ciudadano contando la información de las políticas públicas que hace el Ejecutivo. Sabemos que Efe distribuye el mensaje no solo en la región sino a nivel nacional e incluso internacional y eso pone en el mapa a la comunidad autónoma”.
Ismael Herrero es un gran fotógrafo. La agencia siempre ha trabajado con gente muy buena en el lado gráfico y con personalidad propia en sus fotos. Él no es una excepción. En Efe desde 2009, tras haber pasado por varios periódicos siempre como fotoperiodista, ha saltado “del carrete al vídeo y todo a la velocidad de vértigo que piden los abonados”. Efe “ha incorporado el vídeo al servicio de noticias, pero la fotografía sigue teniendo el mayor peso en el terreno de la imagen». Sabe que de Efe se espera algo más que la típica foto de rueda de prensa. Y le encanta tratar de satisfacer esa expectativa: “No es solo estar en todas partes, es dar algo más”.
Los periodistas de Efe no firman sus noticias; las fotografías, sí. Y todos presumen de su condición de trabajadores de una empresa pública. Aseguran que les da protección y fortaleza profesional porque las presiones pueden menos si el trabajo es estable. “Nuestro Estatuto de Redacción dice que somos propiedad de toda la sociedad en su conjunto y eso a los periodistas de Efe nos gusta mucho”, apunta Ismael Herrero.
“La principal característica es el rigor; la Agencia Efe solo puede contar lo que ocurre o lo que un personaje dice, no podemos añadir nada de nuestra cosecha; luego, la inmediatez es otro de nuestros pilares; y, por supuesto la veracidad, utilizar fuentes oficiales e información contrastada; eso es muy importante hoy que el bulo es el rey”, añade Cristina Serena.
«Se huye de la marca personal»
«Son sellos que te acompañan siempre», confiesa Sara Burgos, a quien preguntamos si la Agencia marca más allá de los años que trabajes en ella. “Sin duda. Los teletipos no van firmados porque se huye de la marca personal; la firma de Efe es sinónimo de fiabilidad y responsabilidad. Esos valores te dejan inevitablemente huella. Yo soy periodista por vocación y comparto unos valores que los he tenido en la Agencia Efe y que los llevo ahora; no hay mejor lugar para formarse en ellos que en un sitio como este”.
A estas alturas de su trayectoria, tienen clara la experiencia que les ha marcado, como vivir una pandemia con el Covid. “Tuvimos que aprender a trabajar de otra manera”, recuerda Serena. “Los fotógrafos vivimos distinto el Covid. Estábamos solos en la calle, no había nadie, las calles estaban desiertas, era postapocalíptico… En la Agencia Efe entrábamos en las residencias de ancianos y pudimos compartir trabajo con el ejército, pero lo más habitual eran las calles vacías y eso me impactó más que cualquier otra cosa”, rememora Herreros.
Para Lidia Yanel “los casos de violencia machista o cuando hay menores impactan mucho, también». Sara Burgos, que empezó a trabajar en pleno crash financiero e inmobiliario, mantiene imborrables las dramáticas escenas de los desahucios. “Lamentablemente tuve que hacer varias coberturas en la calle que fueron desahucios y tuve ver gente que tenía que abandonar sus casas porque no podían pagar la hipoteca”.
El cuarto poder y la amenaza de los bulos
¿Os habéis sentido alguna vez el cuarto poder?, quisimos saber. La respuesta es clara y contundente… casi suenan las mayúsculas: “No”. “Ser anónimos nos da una capa por encima que no nos hace ni estar en primera línea ni sentirnos cuarto poder”, especifica Yanel.
Hoy la desinformación y los bulos son las amenazas que más les preocupan a todos. Más que los retos tecnológicos como la inteligencia artificial o las redes sociales que limitan la información a vídeos de menos un minuto. “El principal problema es la desinformación y los bulos: lo demás, como la inteligencia artificial, puede ser una herramienta útil para todos si se utiliza bien”, afirma Cristina Serena.
Y Sara Burgos se muestra muy consciente del peligro en su doble condición de periodista de profesión y persona con responsabilidades públicas. “Es un reto hacer frente a los bulos y el modo que tiene ahora la gente de consumir información; es una responsabilidad que tiene que ser compartida entre las administraciones públicas y los medios de comunicación, porque la información es uno de los pilares que sustenta el sistema democrático en el que vivimos”, añade.
Y tiene claro que en esa batalla, “unos grandes aliados pueden ser los medios de comunicación públicos. El 40% de la población en Castilla-La Mancha tiene menos de 40 años y el 30% entre 15 y 40; son gente que no se informa a través de los medios tradicionales, pero hay que llegar a ellos. El reto es grande, pero soy optimista, creo que se puede conseguir porque hay muy buena voluntad”.
¿Ha habido presiones para cambiar o suprimir una noticia?
Hay una pregunta que no podía faltar: ¿Habéis sufrido presiones para influir en vuestras noticias? Aquí está su respuesta.
Lidia Yanel: Desde la agencia mantenemos relaciones con todos los ámbitos políticos, económicos, sociales… porque la imparcialidad que tiene Efe nos hace tener contactos con todos. Es verdad que ha habido momentos muy complicados, en esta delegación y en otras y también fuera de España; pero tener a la agencia detrás es de agradecer; creo que esta dimensión ayuda más que en un medio más pequeño.
Sara Burgos: Lo que pude sufrir me ha servido para saber lo que no tengo que hacer ahora en el lado en el que estoy. Todos los periodistas sufrimos presiones en un momento determinado, pero eso ya no existe ni para los medios públicos ni los privados, ni los grandes ni los pequeños. El éxito de un gabinete de comunicación es ser de utilidad para los periodistas y si tú haces ese trabajo bien seguramente no habrá ningún problema para que trasladen tu mensaje.
Ismael Herrero: Que seamos empresa pública y que tengamos estabilidad y longevidad en el puesto de trabajo hace que no nos afecte tanto cualquier “sugerencia”, constructiva o no. Nuestro puesto de trabajo no está en peligro por la presión que puedan hacer unos u otros y podemos aguantar mejor esos chaparrones que caen, porque tenemos detrás una empresa pública que nos pide que seamos objetivos.
Cristina Serena: Yo creo que cuando la información está hecha con calidad y objetividad es muy difícil justificar que te pidan cambiar una noticia.
Para terminar, les preguntamos a los compañeros de Efe qué noticia les gustaría dar. Burgos anhela “ver en un teletipo de la agencia Efe que se ha aprobado el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha en 2025, sería bonito que coincidiera con el aniversario y que en un momento de tanta tensión y tanto ruido Castilla-La Mancha sea ejemplo de consenso”. A Cristina Serena le gustaría poder publicar que Toledo ha sido elegida Ciudad Europea de la Cultura 2031. La foto que querría hacer Ismael Herreros “es una que hable de la región de manera especialmente positiva y que se distribuya y se vea por todas partes del mundo”.
Y si a estas alturas alguien lo duda, sepan que “Sin periodistas no hay democracia”.

La mayor parte del equipo de EFE Castilla-La Mancha en un acto del 40 aniversario. Foto: Rebeca Arango.