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martes, 30 de diciembre de 2025
Tradición que cada año se repite en El Robledo
Tradición que cada año se repite en El Robledo
Cada 31 de diciembre - 30/12/2025 20:42 - Ciudad Real

Cada 31 de diciembre, el final del año se vive de una forma poco habitual en El Robledo. Mientras el calendario apura sus últimas horas, un grupo de vecinos se reúne junto al río Bullaque para cumplir con la costumbre de despedir el año dándose un baño en el cauce.

Mañana, 31 de diciembre, la escena volverá a repetirse. A mediodía, los participantes tienen previsto entrar en el río en una convocatoria abierta que, como cada año, reunirá a vecinos y visitantes en la orilla para acompañar este gesto ya plenamente asentado en la vida del municipio.


La tradición se inició en 1995, no como un simple reto contra el frío, sino como una forma de reivindicar la presencia de agua en el Bullaque tras un largo periodo de sequía. Aquel primer chapuzón tuvo un marcado carácter simbólico, celebrando que el río volvía a llevar caudal y llamando la atención sobre la necesidad de cuidarlo y preservarlo.

Con el paso del tiempo, el baño de fin de año ha mantenido ese doble significado. Por un lado, ha sido una cita festiva y popular, nacida de manera espontánea entre vecinos; por otro, se ha convertido en un recordatorio anual de la importancia del río para el pueblo y su entorno natural.

La participación varía a lo largo de los años. En algunas ediciones, el número de personas que se han lanzado al agua ha sido reducido, mientras que en otras el ambiente ha congregado a decenas de participantes y numerosos espectadores. Incluso ha habido años en los que la falta de caudal ha impedido celebrar el baño, reforzando aún más su sentido reivindicativo.

El frío, siempre presente, ha acabado siendo uno de los elementos inseparables de la cita. Las bajas temperaturas del agua y del ambiente han convertido el chapuzón en una pequeña prueba de resistencia que muchos afrontan con humor y compañerismo. Tras el baño, la jornada ha continuado tradicionalmente con momentos de encuentro en la orilla y bebidas calientes para recuperar el calor.

Mañana, el Bullaque volverá a acoger este peculiar adiós al año. Un gesto que se ha repetido durante casi 30 años y que ha terminado por identificar a un pequeño pueblo manchego que, cada 31 de diciembre, recuerda con un chapuzón la importancia de su río y del agua que lo mantiene vivo.

Carlos Monteagudo
Carlos Monteagudo

Periodista por la Universidad Complutense de Madrid, con diez años de experiencia en el oficio. Defensor del periodismo de provincias, de las tradiciones y de la vida en los pueblos, con un firme compromiso en la lucha contra la despoblación. Manchego de corazón, apasionado de su gastronomía, su cultura y su idiosincrasia.

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