El Ayuntamiento de Almadén ha mostrado su indignación tras la publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha de la resolución que aprueba el plan de cierre, clausura y desmantelamiento de la planta de estabilización de mercurio de Mayasa, ubicada en el paraje ‘Las Cuevas’.
La decisión, aseguran, supone un nuevo golpe para la localidad y se preguntan si el objetivo de la empresa es «generar empleo y riqueza en el pueblo o, más bien, minimizar las pérdidas económicas de SEPI (dependiente del Gobierno central), achacables a la pésima gestión que se está llevando a cabo en todos los ámbitos de la empresa pública».
El Consistorio ha lamentado que desde hace años se hable de un plan estratégico de Mayasa que nunca ha sido compartido con la ciudadanía y que, en la práctica, se traduzca en fracasos sucesivos de proyectos de inversión. Como ejemplo, denuncian también las restricciones al uso de espacios de Castilseras, donde la empresa ha limitado derechos de tránsito en caminos inventariados de titularidad municipal.
«Nuevo fracaso» de la empresa
El Ayuntamiento sostiene que el cierre de esta planta «añade un nuevo fracaso a las múltiples actuaciones» intentadas por la empresa sin que ninguna haya resultado beneficiosa para Almadén. Recuerdan, además, que el Grupo Popular en el Congreso ya preguntó en octubre de 2024 por la paralización de la planta y la responsabilidad sobre el despilfarro de cinco millones y medio de euros invertidos en ella. La respuesta del Gobierno, subrayan, fue que Mayasa había interpuesto una demanda judicial contra el contratista por incumplimiento, lo que consideran insuficiente y «vaga».
El Ayuntamiento denuncia que mientras se han «enterrado millones de euros» en este proyecto fallido, SEPI-Mayasa sigue sin cumplir el convenio firmado hace 20 años con el Consistorio para paliar la pérdida de empleo tras el cierre de la actividad minera.
Por todo ello, el equipo de Gobierno municipal ha anunciado que continuará exigiendo explicaciones y el cumplimiento del convenio, además de trabajar junto con el Grupo Popular en las Cortes regionales en un plan alternativo para Mayasa, que contemple una reducción de cargos directivos y sus retribuciones, y que sitúe de nuevo al pueblo de Almadén en el centro de los objetivos de la empresa pública.