La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real ha denunciado la «creciente presión» que están sufriendo los agricultores de la provincia por parte de las administraciones públicas, a través de un «incesante» número de inspecciones y controles en el campo.
Según ha informado la organización, los trabajadores del sector se sienten «intimidados y tratados como delincuentes», una situación que genera «malestar» entre los agricultores, quienes aseguran que están siendo utilizados como «cortina de humo» frente a otros problemas políticos.
El secretario general de Asaja Ciudad Real, Florencio Rodríguez, ha lamentado que desde las administraciones se esté atacando al tejido productivo y social del campo, culpando a los empresarios agrícolas de la falta de mano de obra, cuando se trata de un problema estructural.
Rodríguez ha afirmado que desde Asaja defienden la existencia de inspecciones en cualquier sector económico, por ser «necesarias y beneficiosas para todos», pero ha criticado los «procedimientos» con los que se están llevando a cabo los controles en muchas explotaciones, generando un «clima de desconfianza».
«Estamos hartos de que se utilice al campo como cortina de humo para tapar otros problemas políticos», ha subrayado el dirigente agrario, defendiendo el papel del sector primario como estratégico y esencial, especialmente en los momentos más difíciles.
Asaja ha recordado que la situación del campo es ya de por sí crítica, afectada por la sequía, los problemas de agua en las explotaciones, los bajos precios en origen y el aumento de los costes de producción.
Por todo ello, la organización ha solicitado una reunión urgente con la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real para abordar la situación directamente con el subdelegado, David Broceño, y exigir «respeto y apoyo» hacia quienes «trabajan la tierra y generan empleo en el medio rural».