La noche sevillana ha sido el escenario elegido para que Ciudad Real mostrara, casi a modo de revelación, el alcance de su propuesta gastronómica y turística. En el Espacio Exploraterra–Centro Nao Victoria, la provincia ha desplegado su propio relato: el de un territorio que ha encontrado en la cocina, el patrimonio y la figura universal de Don Quijote un lenguaje capaz de seducir más allá de sus fronteras.
Ante cocineros, empresarios, hosteleros, creadores de contenido y periodistas especializados, Sabor Quijote ha firmado en Sevilla una parada final que su presidente, Miguel Ángel Valverde, no ha dudado en describir como “una edición histórica que demuestra la fortaleza turística y gastronómica de nuestra provincia”.
Valverde ha agradecido la presencia del director de Turismo de Sevilla, Antonio Castaño, y ha destacado el carácter “mágico” de presentar Ciudad Real en una ciudad “tan hermosa, turística y universal como Sevilla”. Ha recordado incluso el vínculo personal que mantiene con la capital andaluza, a la que está unido desde que en su juventud vivió y trabajó en el barrio de Triana. Desde ahí ha defendido que “vender Ciudad Real fuera es sencillo cuando se tiene un embajador tan poderoso como Don Quijote”, una imagen que recoge la esencia de una provincia con “una propuesta gastronómica espectacular, tres cocineros con estrella Michelin, tres denominaciones de origen del vino, tres de aceite y productos únicos como la cebolla, el azafrán o la berenjena de Almagro”.
También ha reivindicado la potencia patrimonial del territorio: los castillos de Calatrava, la plaza de Almagro, los molinos del Campo de Criptana, Villanueva de los Infantes o los parques arqueológicos y nacionales que conforman una oferta “incomparable”. Pero, por encima de ello, ha asegurado que lo mejor de la provincia “son sus gentes”, siempre dispuestas a recibir al visitante con hospitalidad.
El presidente ha subrayado que Sabor Quijote abre oportunidades y genera actividad, consolidando a Ciudad Real como “un destino que ya no solo se atraviesa, sino que se visita y se disfruta”. Ha avanzado que la Diputación continuará llevando la marca a otras comunidades autónomas, como ya se ha hecho este año en Valladolid y Murcia, y ha agradecido el respaldo de empresarios, hosteleros y creadores de contenido que se suman como embajadores del proyecto.
Un proyecto con más de 8 millones de visualizaciones
La vicepresidenta primera, María Jesús Pelayo, ha destacado que el proyecto llega a Sevilla “en su mejor momento”, tras haber alcanzado más de 8 millones de impactos gracias a la colaboración de medios y creadores de contenido. Ha puesto en valor la presencia de los tres chefs con estrella Michelin de la provincia en una jornada celebrada en la Fundación Cruzcampo, donde han generado contactos “de enorme valor” con academias culinarias y profesionales de la hostelería sevillana.
Pelayo ha agradecido el apoyo de la Federación de Empresarios, la Cámara de Comercio, la Asociación Provincial de Hostelería y las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas. También ha reconocido el “trabajo en equipo” del área de Cultura y Turismo, la jefa de servicio Prado Rodado, la empresa Beta Comunicación, los trabajadores implicados y los creadores de contenido que acompañan al proyecto en cada desplazamiento. Ha recordado que Ciudad Real ha batido récord histórico en turismo interior este verano, fruto “del esfuerzo conjunto y la ambición de mostrar al mundo una tierra que merece ser recorrida”.
Tres estrellas Michelin para una provincia que gana prestigio
Los chefs Rubén Sánchez Camacho, José Antonio Medina y Miguel Ángel Expósito han sido los encargados de mostrar el potencial culinario de la provincia en Sevilla con elaboraciones creadas específicamente para esta presentación.
Sánchez Camacho ha ofrecido tres bocados “muy manchegos”, desde un paté de perdiz con tierras de migas hasta un bocado de queso manchego con arenques encurtidos y pistacho, y un risotto dulce de piñones con crumble de queso. Medina ha articulado su propuesta en torno a la caza, uno de los ejes identitarios de su cocina, con un tataki de caza mayor y una reinterpretación de la perdiz tradicional. Expósito, quien se ha definido como “el único sevillano manchego”, ha presentado una flor manchega salada con pisto viudo y un buñuelo de pato con aceites de La Solana, acompañado de puerro encurtido.
Las tres intervenciones han evidenciado que Ciudad Real es hoy una provincia con identidad gastronómica sólida, capaz de dialogar entre tradición e innovación y de proyectarse con éxito en escenarios nacionales de primer nivel.