El 16º Congreso Nacional de Comunidades de Regantes se ha presentado este lunes como una cita clave para el futuro del regadío en España, que se celebrará por primera vez en Castilla-La Mancha.
Tendrá lugar del 13 al 17 de abril de 2026 en el recinto ferial Ifedi de Ciudad Real y está promovido por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) y la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) Mancha Occidental II.
El Congreso, que se celebra cada cuatro años, reunirá durante cinco días a regantes, investigadores, empresas del sector, representantes políticos y expertos de todo el país para debatir sobre la eficiencia, sostenibilidad e innovación en el uso del agua en la agricultura. La edición anterior tuvo lugar en León.
En la presentación, celebrada en la sede de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha en Alcázar de San Juan, el presidente de CUAS Mancha Occidental II, José Joaquín Gómez, ha subrayado que el objetivo es convertir el Congreso en «el gran foro del regadío español», con un programa de ponencias técnicas, mesas redondas y exposiciones dirigidas a intercambiar experiencias entre comunidades de regantes.
Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, ha aprovechado para lanzar un mensaje claro: «No sabemos cuánta agua hay en el subsuelo y seguimos dependiendo de que llueva», advirtiendo de la necesidad urgente de planificar y garantizar el acceso al agua para asegurar el futuro de las explotaciones agrarias. También ha pedido unidad en el discurso en torno al agua.
Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de la DO La Mancha, Carlos David Bonilla, ha recalcado la importancia del agua incluso en cultivos tradicionalmente de secano como el viñedo. «Necesitamos agua para garantizar una producción y calidad adecuada», ha dicho, defendiendo el uso del riego por goteo como herramienta eficaz y sostenible.
El Congreso contará con el respaldo de instituciones públicas y entidades del sector agrario, y se perfila como una plataforma clave para avanzar en soluciones que garanticen la viabilidad de la agricultura de regadío en un contexto de creciente incertidumbre hídrica.