El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Ángel Villafranca, ha realizado este jueves en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) balance sectorial de los sectores agrarios durante el año que ahora termina.
Campaña vitivinícola
Villafranca ha recordado que la campaña vitivinícola comenzó con un desarrollo óptimo debido a una primavera húmeda pero resulto muy afectado por la ola de calor de agosto, que redujo notablemente las previsiones iniciales, dejando una cosecha final ha sido de 18,75 millones de hectolitros de vino y mosto.
Ha añadido que, en paralelo, el sector sigue con atención el debate europeo del ‘paquete vino’ y ha valorado “muy positivamente” la creación de la Interprofesional Vitivinícola de Castilla-La Mancha.
Aceite de oliva
El sector del aceite de oliva alcanzó en Castilla-La Mancha una producción de 146.000 toneladas, la segunda mejor cifra de la última década, tan solo superada por la gran campaña 2018/19, consolidando a la región como la segunda productora de aceite de oliva de todo el territorio nacional.
Cereales
En el sector de cereales, ha destacado que la campaña ha sido “excepcional”, ya que ha gozado de una primavera de precipitaciones abundantes que ha permitido alcanzar en España y en la región una de las mejores producciones de los últimos años.
Frutos secos
En el sector de frutos secos, destaca la gran cosecha del pistacho, récord histórico con una producción cercana a las 9.000 toneladas, motivada en gran medidas por la entrada en producción de, aproximadamente, 5.500 nuevas hectáreas.
Frutas y hortalizas
En frutas y hortalizas, Villafranca ha resaltado el crecimiento de la superficie de cultivo de melón y sandía en una campaña con precios por debajo de los costes de producción; el impacto de la falta de materias activas para el correcto manejo del cultivo del ajo o el champiñón, o la reducción “preocupante” de superficie de fruta de hueso (albaricoque y melocotón) en la región, muy afectada por las inclemencias meteorológicas.
