El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº2 de Ciudad Real ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) por la muerte de una paciente de 53 años durante una intervención de extirpación de vesícula biliar en el Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR).
La sentencia, que ya es firme, obliga al SESCAM a indemnizar con más de 156.000 euros a la familia de la víctima. Los hechos ocurrieron el 19 de agosto de 2021, cuando la mujer, identificada como T.D.A., ingresó en el hospital para someterse a una laparoscopia.
Sin embargo, en el inicio de la intervención, el cirujano perforó accidentalmente la arteria aorta y la vena cava abdominal al introducir el primer trócar, debido a lo que el juez califica como una “maniobra brusca y negligente”. Estas lesiones provocaron una hemorragia masiva y cuatro paradas cardíacas que no pudieron revertirse.
El procedimiento ha sido tramitado por el abogado Francisco Fernández-Bravo, de los servicios jurídicos de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’.
La presidenta de esta entidad, Carmen Flores, ha denunciado el trato recibido tanto por la paciente como por sus allegados: “No tiene nombre que el SESCAM maltrate a una paciente que se desangra en una camilla de quirófano por la mala praxis de un cirujano, y también maltrate a los familiares paralizando durante años un procedimiento administrativo que debía resolver favorablemente”.
Según recoge la sentencia, el propio Servicio de Inspección del SESCAM recomendó estimar la reclamación patrimonial, pero el organismo no resolvió el expediente y, años después, optó por oponerse a la demanda en sede judicial. Esta contradicción ha sido calificada de “incomprensible” por la representación legal de la familia, que ha lamentado que se haya obligado a los afectados a recurrir a la vía contenciosa para lograr justicia.
El fallo judicial considera acreditado que la muerte de la paciente fue consecuencia directa de una actuación médica inadecuada y evitable. En su fundamentación, el juez subraya que la técnica laparoscópica requiere de un conocimiento preciso de la anatomía y de una ejecución cuidadosa, especialmente en la inserción del primer trócar, cuya incorrecta manipulación puede desencadenar consecuencias fatales, como ocurrió en este caso.
Además de la indemnización económica, la sentencia pone de relieve la falta de diligencia del SESCAM no solo en la asistencia sanitaria, sino también en la gestión administrativa del caso. La ausencia de respuesta durante años al expediente abierto por los familiares ha añadido un sufrimiento adicional evitable, según denuncia la Asociación ‘El Defensor del Paciente’.
Carmen Flores ha exigido a las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha que asuman responsabilidades. “¿Dónde está la tan proclamada humanización de la sanidad? No puede limitarse a discursos institucionales; debe reflejarse en el trato a los pacientes y en la gestión de sus derechos cuando hay errores, más aún cuando hay muertes”, pide.
La familia de T.D.A. espera ahora que esta sentencia sirva para que no se repitan errores tan graves y para que se garantice una atención digna y profesional en todos los hospitales públicos de la región.