El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha acusado al PSOE y a Vox de haber formado una alianza tácita para obstaculizar la labor del equipo de Gobierno municipal del Partido Popular tras la ruptura del pacto de gobernabilidad entre el PP y Vox.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, Cañizares ha afirmado que, desde la salida de Vox del Ejecutivo local, ambos partidos actúan de forma coordinada en el Pleno con una estrategia “sin precedentes” y “bochornosa” que busca “limitar la acción del Gobierno”.
Cañizares ha sostenido que las iniciativas presentadas por Vox coinciden en forma y fondo con otras del PSOE, y ha señalado como ejemplo una moción reciente de Vox que los técnicos municipales —la tesorera y el secretario— han calificado de ilegal, “en los mismos términos” que una anterior presentada por los socialistas sobre ordenanzas fiscales. Para el regidor, este paralelismo evidencia que ya no se trata de coincidencias, sino de una estrategia compartida para frenar la gestión del Partido Popular.
Según el alcalde, esta “deriva” responde a la falta de liderazgo en el PSOE local y a la “confrontación constante” de Vox con el PP, “más que con los socialistas”. Ha calificado esta alianza como “dañina para los intereses de la ciudad” y ha acusado a ambos grupos de haber pasado de insultarse en los plenos a apoyarse mutuamente en las mociones, con el único objetivo de “boicotear” la labor del Ejecutivo municipal.
Cañizares ha lamentado que esta dinámica, que ha surgido “en apenas dos meses”, se haya centrado en generar debates estériles y no en abordar los verdaderos problemas de los vecinos. También ha defendido que las decisiones del Gobierno local están avaladas por informes técnicos y ha denunciado intentos de la oposición para limitar la interlocución del alcalde con los colectivos ciudadanos.
Pese a todo, ha asegurado que mantendrá la mano tendida a ambos partidos “para volver a centrarse en los asuntos que preocupan a los vecinos”, aunque ha advertido que «no permitirán que la oposición gobierne el Ayuntamiento de Ciudad Real«, puesto que «no es lo que quieren los ciudadanos”.
