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martes, 27 de mayo de 2025
Cueva de Bodegas Verum, en Tomelloso
Cueva de Bodegas Verum, en Tomelloso
Más de 200 años de historia - 27 mayo 2025 - Tomelloso

Bajo el asfalto de Tomelloso se esconde un mundo invisible a simple vista, pero vivo en la memoria de generaciones. Más de 2.000 cuevas excavadas a mano bajo sus calles conforman un laberinto subterráneo que ha hecho de este municipio ciudadrealeño uno de los grandes secretos del enoturismo en España.

La historia de las cuevas-bodega de Tomelloso comenzó a principios del siglo XIX, cuando una plaga de filoxera arrasó los viñedos franceses y buena parte de los españoles. La demanda de vino creció, y con ella, el ingenio emprendedor de los vecinos de la localidad. Cada familia excavaba su propia cueva en el subsuelo de su vivienda para elaborar y almacenar vino, aprovechando la estabilidad térmica de la tierra.


Cueva Segundo, en Tomelloso

Cueva Segundo, en Tomelloso

A unos doce metros de profundidad, y con techos de roca de hasta cinco metros de grosor, estas cuevas mantenían la temperatura ideal durante todo el año. A pie de calle, pequeñas rejillas metálicas conocidas como «lumbreras» dejaban respirar el vino mientras se fundían con el paisaje urbano.

En el interior de las cuevas, se alineaban tinajas de barro capaces de contener hasta 7.200 litros de mosto. Con los años, el barro dio paso al cemento, pero la esencia permaneció intacta. Incluso la tierra extraída en la excavación era aprovechada para levantar nuevas viviendas o acondicionar calles. 

A partir de los años 80, por cuestiones de seguridad y nuevos sistemas de producción, las cuevas comenzaron a caer en desuso. Pero muchas se salvaron, resistieron al abandono y hoy reviven reconvertidas en espacios de divulgación, visita y disfrute.

Cueva Galileo

Cueva Galileo

Un enoturismo que se vive bajo tierra

En Tomelloso, el enoturismo no se limita a recorrer viñedos o visitar bodegas. Se desciende a las entrañas del pueblo. Bodegas como Verum o la Cooperativa Virgen de las Viñas abren sus cuevas al visitante, que puede conocer in situ cómo se elaboraba el vino hace más de un siglo. Además, iniciativas culturales como el festival ‘Raíces y Vino‘ dan vida a esta tradición con conciertos, catas y rutas que celebran la cultura vitivinícola desde la autenticidad.

Un subsuelo que también preocupa

El legado de las cuevas es tan fascinante como complejo. La extensa red subterránea, fruto del trabajo de miles de familias, también supone hoy un desafío urbanístico. Con el paso del tiempo, y especialmente en aquellas zonas donde las cuevas están abandonadas o mal conservadas, se han producido hundimientos que han afectado a la vía pública y a algunas viviendas.

Imagen de archivo de un hundimiento en una calle de Tomelloso

Imagen de archivo de un hundimiento en una calle de Tomelloso

Estos episodios, aunque puntuales, han obligado al Ayuntamiento a realizar estudios geotécnicos y a establecer medidas de prevención y control. Para Tomelloso, proteger su patrimonio subterráneo implica también garantizar la seguridad en superficie. Conservar las cuevas no solo es una cuestión cultural, sino también estructural.

Carlos Monteagudo
Carlos Monteagudo

Periodista por la Universidad Complutense de Madrid, con diez años de experiencia en el oficio. Defensor del periodismo de provincias, de las tradiciones y de la vida en los pueblos, con un firme compromiso en la lucha contra la despoblación. Manchego de corazón, apasionado de su gastronomía, su cultura y su idiosincrasia.

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