fbpx
sábado, 11 de octubre de 2025
Imagen de los hervideros de Villar del Pozo
Imagen de los hervideros de Villar del Pozo
Conocidos como hervideros - 11 octubre 2025 - Ciudad Real

El municipio más pequeño de la provincia de Ciudad Real, Villar del Pozo, apenas cuenta hoy con medio centenar de vecinos. Sin embargo, en otro tiempo fue un lugar muy visitado gracias a sus baños termales, conocidos como los Hervideros Nuestra Señora del Prado, uno de los más concurridos del Campo de Calatrava en el siglo XIX.

El fenómeno de los hervideros, muy presente en esta comarca de origen volcánico, dio lugar a la aparición de balnearios naturales cuyas aguas, ricas en hierro y gas carbónico, eran muy apreciadas por sus supuestas propiedades terapéuticas. En Villar del Pozo, aquellas aguas de sabor agrio se usaban para tratar reumatismos, artritis o enfermedades cutáneas, y atraían a visitantes de toda la provincia.


El recinto original estaba formado por una piscina octogonal, rodeada por una marquesina ornamental que protegía del sol a los bañistas durante la temporada estival, entre junio y septiembre. En torno a ella se levantaba una casa de baños con vestuarios, salas individuales, un salón social, consultorio médico y un pequeño alojamiento para los visitantes.

Aspecto exterior del recinto

Aspecto exterior del recinto

Durante décadas, el hervidero vivió su esplendor como punto de encuentro y descanso. Sin embargo, como ocurrió con otros balnearios rurales, el declive del termalismo en la segunda mitad del siglo XX marcó su final.

En los años 60, el recinto fue desmantelado para dar paso a una escuela-hogar, que llegó a albergar a unos 400 niños internos. Solo la piscina del hervidero quedó en pie, mientras que la marquesina que la cubría fue trasladada primero junto a una fuente cercana y, más tarde, a Ciudad Real, donde hoy sigue en pie como templete en los Jardines del Prado, junto a la Catedral.

Templete de los Jardines del Prado de Ciudad Real

Templete de los Jardines del Prado de Ciudad Real

El complejo educativo funcionó hasta 2008, cuando cerró definitivamente sus puertas. Desde entonces, las instalaciones permanecen abandonadas y a merced del vandalismo, cubiertas por la maleza. En el patio, aún puede verse la estructura de la antigua piscina termal, casi oculta entre la vegetación, como un vestigio de lo que un día fue una de las casas de baños más prestigiosas del entorno.

A pesar de su deterioro, el Ayuntamiento de Villar del Pozo ha manifestado en varias ocasiones su interés por recuperar este enclave y revivir el balneario mediante una iniciativa público-privada. Ejemplos cercanos, como los hervideros de Carrión de Calatrava o el de la Virgen de las Nieves en Almagro, demuestran que la recuperación del patrimonio termal del Campo de Calatrava puede ser una oportunidad para dinamizar los pequeños municipios y preservar su historia volcánica.

Carlos Monteagudo
Carlos Monteagudo

Periodista por la Universidad Complutense de Madrid, con diez años de experiencia en el oficio. Defensor del periodismo de provincias, de las tradiciones y de la vida en los pueblos, con un firme compromiso en la lucha contra la despoblación. Manchego de corazón, apasionado de su gastronomía, su cultura y su idiosincrasia.

Redes sociales:

(Visited 40 times, 40 visits today)