Hay que recorrer una pista forestal, adentrarse en una sierra y atravesar un túnel oscuro de un kilómetro para llegar hasta él. No hay cobertura, ni comercios, ni apenas vecinos. Solo ruinas, naturaleza y el eco de un pasado industrial que resiste entre las piedras. Así es Minas del Horcajo, el pueblo olvidado de Ciudad Real que ha despertado el interés de exploradores y amantes del patrimonio.
Esta antigua localidad minera, situada en pleno Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, vivió su época de esplendor en el siglo XIX gracias a la extracción de galena argentífera, uno de los minerales más codiciados por su contenido en plata. Llegó a tener hospital, escuela, casino e incluso plaza de toros. Un lujo para la época en plena sierra.
El acceso actual se realiza a través del antiguo túnel ferroviario que formó parte del ramal Peñarroya–Puertollano, construido en los años 20. Hoy está reconvertido en una carretera unidireccional regulada por semáforo y pulsador, lo que permite al visitante vivir una experiencia singular. Avanzar lentamente por el túnel, iluminado solo por luces tenues, hacia un pueblo detenido en el tiempo.

Minas del Horcajo en la primera mitad del siglo XX
El cierre de las minas en 1963 supuso su abandono progresivo. Hoy apenas viven allí unas pocas personas, pero muchas casas han sido rehabilitadas como segunda residencia y el enclave ha comenzado a atraer a senderistas y cicloturistas. Hay rutas señalizadas que recorren los antiguos caminos mineros entre jaras, encinas, robles y helechos.
Entre los restos que aún se conservan destacan los castilletes, lavaderos, depósitos, la iglesia de San Juan Bautista y una escuela rural cubierta de vegetación. Todo ello rodeado de un entorno natural de gran valor ecológico, donde es fácil avistar ciervos y otras especies salvajes.
Minas del Horcajo es hoy uno de los rincones más misteriosos y atractivos del patrimonio minero de Castilla-La Mancha, al que solo se llega si se está dispuesto a cruzar el túnel y mirar atrás en el tiempo.

Minas del Horcajo en la actualidad
Senderismo y la cercana Venta de La Inés
Minas del Horcajo se ha consolidado como un destino destacado para el senderismo, gracias a rutas que recorren el antiguo trazado ferroviario y cruzan su icónico túnel de más de 1 km, iluminado y regulado por semáforo a petición del visitante. Una de las excursiones más populares es la ruta circular de alrededor de 20 kilómetros, que parte del Puerto de Niefla, atraviesa el túnel y bordea el pueblo.
La Venta de La Inés, una histórica posada del siglo XVI ubicada en el término de Almodóvar del Campo, muy cerca de Minas del Horcajo, además de ser un destino en sí misma, es punto de partida de rutas circulares a pie o en bici que conectan con Minas del Horcajo. La ruta típica recorre unos 15 kilómetros ida y vuelta, cruzando el icónico túnel de más de un kilómetro hasta el pueblo minero.

Imagen del poblado abandonado