La provincia de Ciudad Real ha vuelto a exigir con contundencia la conversión en autovía de la N-430, una vía nacional que acumula más de 50 fallecidos por accidentes de tráfico en los últimos diez años. Este martes, representantes de municipios como Puebla de Don Rodrigo, Piedrabuena o Luciana han participado en la manifestación convocada en Torrefresneda (Badajoz) reclamando al Gobierno de España una actuación «urgente e inaplazable».
Con pancartas en las que podía leerse «No más muertes en nuestra carretera», y gritos pidiendo el desdoblamiento inmediato, la movilización ha recorrido un tramo de esta carretera a su paso por Santa Amalia, en una jornada marcada por la lluvia y la indignación ciudadana. El corte simbólico de la vía ha puesto de manifiesto el hartazgo de los habitantes de este eje viario que conecta Extremadura con el Mediterráneo.
La alcaldesa de Puebla de Don Rodrigo, María Luisa López, ha advertido de la «peligrosidad real y diaria» del tramo que pasa por su municipio: «Pasan montones de camiones a diario, el firme está deteriorado y hay muchos puntos negros», ha denunciado, subrayando que “no se puede mirar para otro lado mientras sigue muriendo gente”.
Desde el Partido Popular, el diputado autonómico Manuel Lozano ha calificado de “agravio comparativo” el hecho de que «todo el trazado de este a oeste peninsular sea autovía excepto el tramo entre Torrefresneda y Ciudad Real». A su juicio, “no se entiende que esta tierra quede al margen de las grandes inversiones del Estado”.
El alcalde de Herrera del Duque y portavoz de la Plataforma N-430, Saturnino Alcázar, ha reclamado «el fin de la parálisis institucional» y ha acusado al Ministerio de Transporte de dejar «el proyecto en vía muerta». Alcázar ha señalado que el reciente fallecimiento de un matrimonio en la carretera ha vuelto a encender las alarmas: «Ya son más de 50 muertes. Nos debería dar vergüenza esa cifra», ha lamentado.
El presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha recordado que esta infraestructura es esencial para el sector agroganadero y ha reclamado que la N-430 «debería haber sido autovía desde hace 20 años» para garantizar una conexión segura y vertebradora entre territorios.
Los convocantes han anunciado que en los próximos días mantendrán reuniones con la presidenta de la Junta de Extremadura y han solicitado un encuentro con el ministro de Transportes. Si no obtienen una respuesta clara y con plazos, han advertido que las protestas se intensificarán, con cortes simbólicos de la carretera e incluso una posible concentración en Madrid.