La historia de Laura Cabanes (3 de enero de 2006) no es solo la de una deportista que acumula títulos, mínimas europeas y presencia en campeonatos internacionales; es, sobre todo, la de una chica de Daimiel que demuestra que no hace falta nacer en una gran ciudad para llegar a lo más alto. Con 18 años debutó en los Juegos Olímpicos de París, un logro que ni siquiera ella imaginaba durante sus primeros años como nadadora en la piscina climatizada del pueblo.
Sus inicios fueron tan comunes como los de cualquier niña que se apunta a un cursillo municipal de natación. “Los primeros recuerdos son en la piscina de mi pueblo, con los típicos profesores, los monitores que te enseñan a nadar”, recuerda. Lo que la llevó a tomarse el deporte en serio no fue una marca ni una meta, sino algo más cercano: el ejemplo de su hermana mayor, que ya nadaba en el Club Natación Daimiel y abrió el camino.
A diferencia de otras historias en las que el talento aparece pronto, Cabanes insiste en que lo suyo fue avanzar sin grandes objetivos. “Nunca me he puesto un objetivo, siempre he ido bajando tiempos poco a poco”, explica. Su entorno tampoco generaba expectativas desmedidas, por lo que el salto llegó casi sin darse cuenta.
El momento clave surgió cuando entró en el Centro de Alto Rendimiento. Allí oyó por primera vez algo que en Daimiel parecía imposible: que podía llegar a los Juegos. “Se planteó la opción de ir a unos Juegos y fue ahí cuando tuve esa toma de contacto real”. La confirmación, recuerda, la recibió justo después de nadar los 200 mariposa y recoger una medalla de plata mundial. Su entrenador le comunicó que estaría en París.
Llegada a la élite
Su llegada a la élite no ha sido un camino cómodo. Hubo etapas de dudas, momentos de presión y dificultades propias de una disciplina exigente. Para manejarlas, trabaja de forma habitual con la psicóloga del Centro de Alto Rendimiento. “He tenido problemas con el sueño, con los nervios… En nuestro deporte la cabeza juega un papel muy fundamental”. Esa fortaleza mental fue decisiva en Barcelona hace unas semanas, donde afrontó el Campeonato Nacional “al 90%” y aun así logró tres títulos nacionales y dos mínimas para el Europeo.
Pero más allá de las medallas, lo que sostiene el recorrido de Laura es una red de apoyo muy humilde y muy firme. Ella lo resume sin rodeos: “Daimiel y mi familia es un pilar muy fundamental en mi vida”.
«Es difícil vivir de la natación»
También habla con claridad de las barreras que encuentra la natación, más por la falta de recursos que por ser mujer. “Es difícil vivir de la natación. A la semana haces lo mismo que una jornada laboral”, explica. En su caso, las dificultades llegaron por la falta de instalaciones adecuadas: una piscina pequeña, pocos horarios, imposibilidad de entrenar en un vaso de 50 metros. Sobre desigualdad de género, subraya que en su deporte no ha tenido problemas: “Siempre ha sido muy equitativo”.
Con solo 19 años, Cabanes se ha convertido en un espejo para niñas que empiezan a nadar en Castilla la Mancha, aunque ella lo diga con modestia. “No sé si referente, pero sí que mucha gente me ha felicitado por inspirar a sus hijas”, admite.
Asegura que recibe mensajes de padres que le cuentan que sus hijas la siguen y la imitan. Esa cercanía es una de las razones por las que intenta volver a la piscina de Daimiel cada mes, pese al ritmo de entrenamientos y estudios en Madrid.
Su mensaje para esas niñas es directo y contundente: “Que sigan sus sueños, que nada les pare ni nadie”. Insiste en que muchas veces el miedo o la vergüenza frenan más que las dificultades reales, y anima a disfrutar el camino, no solo los resultados. “Si tú lo intentas o quieres, puedes ser capaz. Lo importante es disfrutar del proceso”.
Estará en el Campeonato de Europa que se celebrará en Polonia
A corto plazo, Cabanes afronta nuevos desafíos en Europa, con el objetivo de pelear semifinales y finales en el 200 mariposa en el Campeonato de Europa de piscina corta que se celebra en Lublin (Polonia). Pero su auténtico impulso está en otra parte: en demostrar que el deporte femenino castellano-manchego tiene referentes reales, visibles, alcanzables. Y que, como ella misma encarna, incluso desde un municipio pequeño es posible nadar hasta los Juegos Olímpicos.
Los beneficios de federarse
Federarse en una federación territorial no es solo un trámite, es una apuesta clara por el desarrollo personal y colectivo del deportista. En Castilla-La Mancha, las federaciones deportivas autonómicas desempeñan un papel fundamental en la promoción, formación y competición deportiva en todos los niveles.
Por eso es tan importante y beneficioso para los deportistas amateur o aficionados que se federen. Estas son sus ventajas:
- Reconocimiento oficial y respaldo institucional. De todas las administraciones. La licencia vale para todo el territorio nacional y las competiciones oficiales.
- Acceso a competiciones oficiales. Solo los deportistas federados pueden participar en todas las competiciones oficiales.
- Cobertura de seguro deportivo. La licencia federativa incluye un seguro médico y de accidentes que cubre entrenamientos y competiciones oficiales.
- Formación y desarrollo deportivo. Las federaciones de Castilla-La Mancha ofrecen cursos de formación, jornadas técnicas y programas de tecnificación.
- Representación y participación. Puedes influir en decisiones, propuestas normativas y procesos electorales dentro del deporte que prácticas
- Comunidad y valores deportivos. Con la licencia federativa formas parte de una comunidad de deportistas, técnicos y clubes que comparten valores como el respeto, el esfuerzo y la deportividad
- Acceso a instalaciones y ventajas adicionales. Los federados disfrutan de acceso prioritario a instalaciones municipales y regionales, así como de descuentos y beneficios.
Pinchando aquí aparece la web en la que se encuentran todas las federaciones deportivas territoriales de Castilla-La Mancha con las que, a golpe de click, el futuro deportista puede verse completamente respaldado y protegido.

