Cuando el calor aprieta y las ganas de salir de viaje se aceleran, muchos conductores se lanzan a la carretera con el pie algo más ligero sobre el pedal. Pero en las carreteras de Ciudad Real, esa tentación puede salir cara. En plena operación salida del verano, conviene recordar que la provincia está sembrada de radares, tanto fijos como móviles, que no se van de vacaciones.
Treinta grados en el asfalto, maletero lleno y la ruta marcada en Google Maps. El viaje promete. Pero más allá del tráfico o del precio del combustible, hay algo que todo conductor debería tener en cuenta antes de pisar el acelerador: los ojos de la Dirección General de Tráfico.
Los dos radares de una carretera de Ciudad Real que más multan de España: 26.500 denuncias en un año
La provincia de Ciudad Real cuenta con 13 radares fijos distribuidos por sus principales vías interurbanas. La A-4, una de las arterias más transitadas, alberga cuatro de ellos, colocados en puntos estratégicos que acumulan buena parte de las sanciones por exceso de velocidad. También hay dispositivos en otras carreteras como la N-401, la N-430 o la CM-420, todos activos para recordar que el límite está para respetarlo.
Radares fijos en la provincia de Ciudad Real
Carretera | Tipo de radar | P.K. / Tramo | Sentido |
---|---|---|---|
A-4 | Fijo | 135.641 | Creciente |
A-4 | Fijo | 177.5 | Decreciente |
A-4 | Fijo | 230.8 | Decreciente |
A-4 | Fijo | 230.8 | Creciente |
CM-403 | Fijo | 89 | Creciente |
CM-4111 | Fijo | 7.452 | Creciente |
CM-4124 | Fijo | 22 | Decreciente |
CM-4124 | Fijo | 8.004 | Creciente |
CM-420 | Fijo | 29.155 | Creciente |
N-401 | Fijo | 150.203 | Creciente |
N-401 | Fijo | 178.75 | Decreciente |
N-430 | Fijo | 273.979 | Decreciente |
N-430 | Fijo | 404.783 | Creciente |
No solo los fijos
Pero los fijos no son los únicos que vigilan. La Guardia Civil despliega también radares móviles que pueden cambiar de ubicación en cualquier momento. Su presencia es imprevisible: pueden ir montados en vehículos camuflados, instalarse en trípodes o incluso volar a bordo de helicópteros y drones. Muchos de estos controles se sitúan en tramos conflictivos o cerca de poblaciones, donde el riesgo de accidente se multiplica.
La CM-412, con cerca de 100 kilómetros susceptibles de vigilancia; la CM-3102, con más de 30 kilómetros bajo posible control; o la N-430, con hasta cuatro tramos distintos, son solo algunos ejemplos de las carreteras más frecuentadas por estos radares móviles. También destacan la N-401 o la CM-4103, que suman decenas de kilómetros con vigilancia itinerante.
Pisar de más el acelerador puede costar más que un disgusto. Los radares no solo están para multar, sino para recordar que circular a la velocidad adecuada es una cuestión de seguridad. Este verano, conviene llevar en el equipaje un poco de prudencia. Las carreteras están llenas de destinos, pero también de límites.