Cuando el calor de julio se adueña de La Mancha, Almagro se convierte en el destino perfecto para quienes buscan algo más que sol y descanso. Este pueblo enclavado en la provincia de Ciudad Real no solo destaca por su belleza arquitectónica y su encanto castizo, sino por ser el corazón palpitante del teatro clásico en España. Calles empedradas, casas encaladas con zócalos de añil y balconadas de madera dibujan un escenario que parece detenido en el tiempo.
La joya indiscutible de Almagro es su Plaza Mayor, un espacio rectangular que encandila por su singularidad. Sus galerías de color verde la convierten en una de las plazas más bellas de todo el país. Allí se respira historia, arte y hospitalidad. Bajo sus soportales conviven comercios, tabernas y rincones donde el visitante puede detenerse a observar el trasiego de vecinos y turistas.
Presidiendo la plaza se encuentra el Corral de Comedias, declarado Monumento Nacional en 1955. Construido en 1628, es el único corral de comedias del Siglo de Oro que se conserva íntegro y en funcionamiento en Europa. Conserva su estructura original con el escenario, el patio de butacas y las galerías de madera, lo que permite revivir la experiencia teatral del siglo XVII. Hoy sigue siendo sede de representaciones durante todo el año, y en especial durante el mes de julio, cuando acoge muchas de las funciones del Festival Internacional de Teatro Clásico.

Corral de Comedias de Almagro
A escasos metros, en la misma plaza, se levanta el Palacio de los Marqueses de Torremejía, un edificio barroco del siglo XVIII. Aunque de titularidad privada, su fachada ha sido conservada y restaurada, y destaca por su portada con pilastras toscanas y balcones de forja que remiten al esplendor de la nobleza local. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura señorial almagreña.
También sobresale el Palacio de los Condes de Valdeparaíso, una construcción barroca del siglo XVIII que fue mandada edificar por el conde de Valdeparaíso, ministro de Fernando VI. El edificio, propiedad de la Diputación Provincial de Ciudad Real, ha sido rehabilitado y funciona como sede de actividades culturales.
Otro enclave destacado es el Convento de la Asunción de Calatrava, fundado a comienzos del siglo XVI por la Orden de Calatrava. El edificio, hoy restaurado y utilizado para eventos culturales, mantiene elementos originales de estilo renacentista y es conocido por su fachada sobria y su claustro interior, que aporta una visión de la arquitectura monástica de la época.

Claustro del convento de los Dominicos de Almagro
Almagro ha logrado compaginar la conservación de su patrimonio con una programación cultural de primer nivel. Desde 1978, cada mes de julio acoge el Festival Internacional de Teatro Clásico, uno de los más prestigiosos de Europa. La edición de 2025 arranca este jueves y ofrecerá más de medio centenar de espectáculos repartidos por más de una decena de espacios escénicos, entre ellos el Corral de Comedias, el Hospital de San Juan, el Teatro Municipal o la propia Plaza Mayor.
Además del teatro, la ciudad ofrece al visitante una red de museos, hoteles, talleres de artesanía y una gastronomía ligada a los productos manchegos, con especial protagonismo del queso, la berenjena y el vino de la zona. Todo ello contribuye a que Almagro no sea solo un destino patrimonial, sino una experiencia cultural y sensorial completa, especialmente en el mes de julio, cuando la ciudad se transforma en un punto de encuentro internacional para los amantes del arte, la historia y el teatro.