La esperada procesión de Jesús de Medinaceli y de la Virgen de la Esperanza, que tenía prevista su salida a partir de las 17:45 horas, ha sido suspendida finalmente por la lluvia, dejando a Ciudad Real sin uno de los momentos más emotivos del Martes Santo.
Ambas hermandades decidieron aplazar inicialmente media hora su salida, con la esperanza de que amainara la inestabilidad meteorológica. Sin embargo, tras analizar la evolución del cielo y las previsiones, han optado por no realizar su estación de penitencia.
Este año, el tradicional encuentro entre las dos imágenes —uno de los instantes más esperados de la Semana Santa ciudadrealeña— iba a celebrarse con antelación, cerca de tres horas antes de lo habitual, lo que añadía aún más expectación.
Con las puertas de los guardapasos abiertas, los cofrades han permitido que los fieles pudieran acercarse a rendir homenaje a las imágenes dentro.