El Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM), con sede en Tomelloso (Ciudad Real), lleva años trabajando en la recuperación de variedades de uvas.
Una de ellas es la Tinto Fragoso, autorizada como uva de vinificación en Castilla-La Mancha en 2020, tras ser recuperada por el IRIAF (Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha).
Esta variedad de uva tinta fue localizada en 2006, en Cogolludo (Guadalajara), en un viñedo hoy ya desaparecido, y ha sido cultivada en los campos de ensayo del IRIAF y estudiada en detalle durante un decenio por el grupo de investigación del IVICAM.
Finca Rio Negro, ubicada en Cogolludo, cuenta con el viñedo más septentrional de la región y ha sido reconocido por producir “unos vinos de características diferenciadas gracias a las condiciones naturales excepcionales del enclave montañoso en que se ubica”, afirmaba esta semana el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, en una visita a la bodega.
Tinto Fragoso
En cuanto a los vinos que produce, están el blanco de variedad Gewürztraminer, envejecido en sus propias lías, y vinos tintos monovarietales y multivarietales, elaborados con Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon o Merlot, pero también con la variedad Tinto Fragoso.
El nombre Tinto Fragoso proviene de su piel fina y de la facilidad con la que los racimos pueden dañarse ante vientos intensos o lluvias bruscas. Esta aparente debilidad, sin embargo, convive con una resistencia notable a la sequía, razón por la cual históricamente fue cultivada en zonas de clima seco y suelos pedregosos, donde otras variedades difícilmente prosperaban.
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Características enológicas
Los enólogos coinciden en que la Tinto Fragoso ofrece un perfil aromático distintivo. Sus vinos suelen presentar, en nariz, notas de frutas rojas maduras, con taninos suaves y envolventes, una acidez equilibrada y un final en boca ligeramente especiado, con persistencia moderada.
Estas características convierten esta uva en una candidata ideal para vinos jóvenes, aunque algunas bodegas están experimentando con crianza en barrica para explorar mayor complejidad.
Durante décadas, la Tinto Fragoso estuvo relegada a mezclas y producciones familiares. No obstante, el ascenso del vino artesanal y el creciente interés por variedades autóctonas han impulsado su recuperación.
