Una facultativa ha resultado herida en una nueva agresión registrada este lunes por la tarde en el servicio de Urgencias del Hospital de Puertollano (Ciudad Real), un episodio que el Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM-CLM) ha denunciado este martes alertando de la creciente sensación de miedo entre los profesionales.
Según ha detallado en rueda de prensa el secretario general del sindicato, Óscar Quintana, la médica sufrió un traumatismo craneoencefálico y una herida inciso-contusa en la cabeza tras ser atacada supuestamente por un paciente. La profesional permanece bajo atención del Sescam, que continúa realizándole pruebas, mientras la Policía Nacional investiga lo ocurrido. En el incidente también se vio implicado un vigilante jurado del centro.
El CESM ha condenado “rotundamente” esta agresión y ha advertido de que médicos y facultativos “acuden cada día a hospitales y centros de salud con miedo”, una situación que, según la organización, se ha convertido en habitual. “Ningún trabajador puede ejercer su labor ansioso y con miedo. Pedimos seguridad real«, ha reclamado Quintana.
El presidente del CESM-CLM, Jorge Juan Curiel, ha denunciado además la «absoluta desprotección» que sufren los profesionales tras sufrir una agresión. Ha afirmado que el Sescam únicamente ofrece asistencia legal para denunciar al agresor, pero «no proporciona una cobertura efectiva» que garantice una atención integral al trabajador.
Curiel ha criticado igualmente el funcionamiento de Solimat, la mutua encargada de las contingencias laborales del personal del Sescam, asegurando que “abandona” a los profesionales cuando las agresiones no dejan secuelas fácilmente demostrables. Ha explicado que varios sanitarios agredidos recientemente —entre ellos un enfermero y un médico de Talavera de la Reina— fueron derivados a sus médicos de familia para tramitar una baja ordinaria, pese a tratarse de incidentes ocurridos en el puesto de trabajo.
A su juicio, este procedimiento no solo implica falta de atención inmediata, sino también un perjuicio económico para la víctima. «Después de ser agredido, un facultativo cobra menos estando de baja que trabajando», ha señalado, lamentando además que no exista atención psicológica urgente para quienes sufren episodios violentos en su labor asistencial.
