Hay un pueblo de Cuenca famoso porque alberga el que es considerado ‘El Escorial de La Mancha‘, el Monasterio de Uclés, obviamente por su monumentalidad, su grandiosidad.
¿Cuál es la historia del monasterio de Uclés?
El Monasterio de Uclés, sede histórica de la Orden de Santiago, se asienta sobre el cerro a cuyos pies se encuentra el pueblo. Este lugar fue primitivamente un antiguo castro celtibérico, después una alcazaba árabe y tras la Reconquista se convirtió en la sede “caput ordinis” de la Orden de Santiago. La obra del nuevo convento comenzó el 7 de mayo de 1529, reinando Carlos V y concluyó en 1735 durante el reinado de Felipe V, tras 206 años de construcción.
El edificio es de planta cuadrada con un patio central y muestra tres estilos arquitectónicos distintos: plateresco, herreriano y churrigueresco.
En la fachada de levante, el refectorio o “Sala Grande” y la sacristía se construyen entre 1529-1550, siendo un exponente del estilo plateresco conquense donde se puede ver la huella de Andrés de Valdelvira. En la Sala Grande es digno de mencionar el rico artesonado con casetones octogonales y efigies de caballeros, tallado en madera de pino.
La iglesia se realiza gracias al impulso del rey Felipe II
La iglesia se realiza gracias al impulso del rey Felipe II, de estilo herreriano puro. Entre los diversos arquitectos que participan en el proyecto y dirección destaca el conquense Francisco de Mora, quien dirigió las obras desde 1587 a 1609. El retablo del altar mayor fue obra de Francisco García Dardero (el actual es una réplica del original) y está presidido por un cuadro obra de Francisco de Ricci, pintor de cámara de Felipe IV (1670), representando a Santiago en la batalla de Clavijo.
En la fachada norte de estilo herreriano, destaca una portada monumental de dos cuerpos, al igual que la del pie de la iglesia, en el ala oeste del monasterio.

Interior de la iglesia del Monasterio de Uclés. Foto: Ayuntamiento de Uclés.
El monumental claustro fue construido en el siglo XVIII
El claustro, construido en el siglo XVIII, es de grandes proporciones y de estilo barroco; tiene dos alturas, el bajo está abierto y el alto cerrado. En el patio central destaca el aljibe con majestuoso brocal barroco, que muestra en su parte superior el escudo real, por uno de los lados y por el otro el escudo de la Orden de Santiago.
La escalera imperial de estilo barroco tiene escalones de una sola pieza; en el primer piso se divide en dos brazos, y destaca por la forma que se encajaron los arcos del claustro alto y bajo.
La fachada, atribuida a Pedro de Ribera
La fachada, orientada al sur, es una obra del siglo XVIII, atribuida a Pedro de Ribera, discípulo de Churriguera; según consta en una inscripción, se caba en el año 1735. El vano de la entrada tiene cuatro pilastras, dos a cada lado y numerosos elementos decorativos: cruces, leones, guerreros, trofeos, ángeles, caras monstruosas, etc. También cuenta con un balcón corrido y en la parte superior destaca una imagen con una inscripción en su peana: «Caput ordinis» (cabeza de la Orden), para referirse a este monasterio como casa madre de la Orden de Caballería de Santiago.
El monasterio y los restos de la fortaleza fueron declarados Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. En 2003 se amplió la protección a su entorno y fue declarado BIC. Desde marzo de 2019 el edificio es de gestión privada.
Gracias a la iniciativa de la Fundación Fernando Núñez, que nació en el verano de 2020, se ha puesto en marcha un proyecto de revitalización y difusión de los valores históricos y culturales del Monasterio y la villa de Uclés. El edificio se ha convertido en un laboratorio cultural.

Patio del monumento. Foto: Ayuntamiento de Uclés.