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hablan de "animadversión" 31/03/2017junio 6th, 2017

Miembros de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias de Toledo, en concreto un exhermano mayor y tres candidatos a ocupar este cargo, han denunciado la «persecución inquisitorial» que están sufriendo por parte del Arzobispado de Toledo debido a la supuesta «animadversión» del párroco de la iglesia de Santa Justa y Rufina hacia María Dolores Mateo, la candidata a Hermana Mayor que ha ganado en las dos últimas elecciones y a quien, según sostienen, están imposibilitando por todos los medios hacerse cargo de esta organización religiosa.

José María Romero, exhermano mayor, explicaba a encastillalamancha.es que esta situación la vienen arrastrando desde el año 2015 cuando tuvieron lugar las primeras elecciones. «Un decreto del Arzobispado, según un informe del párroco de Santa Justa y Rufina, suspendió no solo este proceso, sino también las actividades religiosas de la hermandad». Se empezó a hacer cargo de ella un comisario nombrado por al arzobispo, Braulio Rodríguez.


Añade que lo mismo ocurrió en octubre de 2016 cuando se convocaron las segundas elecciones en las que otra vez salió elegida María Dolores Mateo. «Nos dijeron que todos los candidatos eran aptos pero cinco meses más tarde el Arzobispado volvió a saltarse a la torera sus propias leyes y nombró de nuevo una gestora». Esta gestora está presidida por Francisco Javier Salazar Sanchís, párroco de Santos Justo y Pastor, y compuesta también por Antonio Muñoz Perea, Ana Pérez Álvarez, Rafael Cervantes Portilla, María Muñoz Ortiz y Luis Mínguez Baeza.

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Este grupo de integrantes de la hermandad pide explicaciones sobre los motivos por los que no se respetan los resultados de las elecciones y llega a hablar de persecución hacia la figura de María Dolores Mateo y hacia otros hermanos.

Además, denuncia que en este tiempo la actividad de la hermandad- formada por alrededor de 260 personas-  se está viendo muy afectada, si bien «tenemos el apoyo de otros muchos miembros de la Iglesia toledana que se han solidarizado con nosotros».

Acusa de esta situación al párroco de Santa Justa y Rufina, pero también al arzobispo Braulio Rodríguez por consentirla. 

En un comunicado de prensa firmado por José María Romero, Eugenio Arribas, María Dolores Mateo y María Luisa Magán -estos tres últimos candidatos a hermano mayor-, este colectivo habla de una «intromisión injustificada de la Iglesia de Toledo a los asuntos de la hermandad» y de que «se han pisoteado los posibles derechos que nos ofrecen tanto la leyes civiles como las eclesiásticas».

«Hasta ahora hemos ido aceptando estas situaciones esperando que fueran arreglándose por vía del dialogo y buenos acuerdos, aspectos que lamentablemente vemos que no entran en la disposición de la parte imperante y determinante. Son actitudes de este sector de la Iglesia toledana que notoriamente ponen en evidencia lo que les cuesta entrar en el Concilio Vaticano II; demostrando de nuevo que están más cómodos con los tiempos de la Inquisición y del más lejano Concilio de Trento, que castigaban el pensamiento de forma desmedida e ignominiosa», indican.

Este medio de comunicación se ha puesto en contacto tanto con el Arzobispado como con el párroco de Santa Justa y Rufina y han preferido no ofrecer ninguna respuesta.

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