El Juzgado de lo Social número 1 de Guadalajara ha condenado al servicio de salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a abonar más de 5.000 euros a unos padres por los gastos del tratamiento de anorexia de su hija, que tuvo que recibirlos en la sanidad privada porque no se le prestaron en el Hospital Universitario de Guadalajara.
La sentencia, hecha pública por los servicios jurídicos de la asociación ‘Defensor del paciente’, ha apuntado que “no cabe duda que se trata de una situación protegida y que concurren los requisitos de necesidad y urgencia vital para la atención a la menor”, y ha condenado al Sescam pago de las facturas por una suma total de 5.445 euros más intereses.
La asociación, que ha representado a la familia, ha relatado en un comunicado que la menor fue diagnosticada de anorexia nerviosa y, debido al agravamiento del cuadro, el servicio de psicología del Hospital Universitario de Guadalajara indicó que necesitaba la atención específica de una unidad de trastorno de la conducta alimentaria.
Los padres solicitaron la derivación bien al Hospital Niño Jesús de Madrid o a Ciudad Real, pero según el ‘Defensor del paciente’ «la respuesta fue que no había convenio con Madrid y que no hay hospitalización de día en Ciudad Real», y han añadido que pese a la situación de la menor, «no se hizo nada para la atención urgente en el tratamiento de dicha patología».
La letrada de la asociación Carmen Fernández-Bravo, ha argumentado que la familia tuvo que recurrir a la sanidad privada ante la negativa del Sescam a la «urgencia vital», y ha añadido que lleva abonados más de 50.000 euros en el tratamiento.
Por su parte la presidenta del ‘Defensor del Paciente’, Carmen Flores, ha destacado que estas sentencias «ponen de manifiesto la falta de recursos e inversión por parte de la sanidad pública ante la salud mental, sobre todo en los jóvenes cuya alarma por las afectaciones en salud se han disparado».
Ha añadido que hay muchas familias que no pueden ofertar estas cantidades y que es necesaria «una reflexión sobre estos datos y una crítica a los medios ofertados por parte de la sanidad pública».