La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado el incremento de agresiones a personal sanitario en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y ha pedido a la Administración medidas urgentes para frenar esta tendencia.
Según indican, los últimos datos del Registro de Episodios Conflictivos (REC) de 2024 señalan que, en la provincia de Guadalajara, se registraron 11 incidentes en el centro de salud Manantiales, en la capital, y 8 en el centro de salud de El Casar, lo que los sitúa entre los puntos más conflictivos del sistema sanitario regional. La mayoría de estas agresiones fueron de tipo verbal, como insultos o amenazas.
En total, en Castilla-La Mancha se registraron 696 agresiones en 2024, 50 más que el año anterior. De ellas, 465 ocurrieron en Atención Primaria y 228 en Atención Especializada. El sindicato alerta de que muchas de estas agresiones no se denuncian, lo que dificulta una evaluación real del problema.
Medidas urgentes
CSIF reclama medidas como la presencia de personal de vigilancia, botones de pánico, alarmas individuales, acompañamiento en visitas domiciliarias y mejoras en la configuración de espacios asistenciales para garantizar la seguridad del personal.
Además, exige una mayor frecuencia de las reuniones del Observatorio de la Violencia del Sescam, cuya última sesión se celebró en marzo, a pesar de que se registran casi dos agresiones diarias en el sistema regional.
El sindicato advierte de que las agresiones han aumentado un 64% desde 2019, lo que atribuyen, en parte, al deterioro del clima social tras la pandemia. En palabras de la responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF en Castilla-La Mancha, Victoria Gutiérrez, “es inadmisible que los profesionales que preservan la salud de la ciudadanía sean objeto de actitudes violentas”.