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jueves, 25 de abril de 2024
Tipis de Hagamos el indio.
Tipis de Hagamos el indio.
Prepara fiestas infantiles - 09 mayo 2018

La toledana Paola Morales, natural de Gerindote, es el vivo ejemplo de cómo una buena idea y mucha imaginación pueden ser la clave de un exitoso negocio. Con «Hagamos el indio», ha abierto el camino en España a una forma diferente de organizar fiestas infantiles. Desde diciembre de 2017 se ha embarcado en la aventura de alquilar tipis, las famosas tiendas de campaña de los indios, adaptadas a temáticas infantiles. Ya sea para una fiesta de pijamas o para disfrutar de una divertida tarde, monta un auténtico campamento en el que no faltan linternas, almohadas, mantas, pequeñas mesitas de noche, botellas de agua y diferentes artículos en función de si se ha elegido una Noche de mini-ladies, una Noche de superhéroes, una Noche galáctica o una Noche medieval, que son las cuatro colecciones disponibles por el momento. «Estamos abiertos a que la gente nos proponga algún tema», añadía. A ello se puede unir como complementos extras una cámara Polaroid para hacer fotos, un baúl de disfraces, desayunos a la carta o un maletín de pinturas.

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En estos cuatro meses son muchas las caras de asombro y alegría que han arrancado entre los más pequeños. «Hagamos el indio», presente en las redes sociales (tanto en Facebook como en Instagram), «ha tenido muy buena acogida» y en esta buena acogida «el boca a boca funciona mucho» porque, «aunque a la gente le gusta la idea, no son conscientes de lo bien que queda una vez montado». Quien ya ha podido comprobarlo ha sido Nolito, el jugador del Sevilla, quien recientemente le encargó una fiesta de tipis.

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Paola, afincada desde hace años en Madrid, cuenta a encastillalamancha.es que el primer tipi que vio fue en un viaje a Buenos Aires. Ella es auxiliar de vuelo y tras ser madre hace año y medio, empezó a dedicar las noches en vela a indagar sobre un futuro negocio de tipis que le permitiera cogerse una excedencia y estar más tiempo con su bebé. Lo que en un principio eran ideas acabaron convirtiéndose en acciones concretas, encargando -en primer lugar- a un modisto el diseño de los tipis. «Sacar los patrones fue difícil; a partir de ahí las cosas empezaron a rodar».

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