El Gobierno de Castilla-La Mancha celebrará el próximo 31 de mayo el Día de la Región, en un momento en el que se cumplen 10 años de «enormes avances» desde la llegada de Emiliano García-Page al Ejecutivo, un escenario lejos del panorama nacional en el que existe «mucho más frentismo y decibelios».
Una valoración tras una década socialista que ha hecho en rueda de prensa la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, quien ha recordado el «compromiso» que adquirió Page cuando llegó a la Junta de Castilla-La Mancha de recuperar la «cultura del pacto y acuerdo», así como su promesa de aprobar un nuevo Estatuto «acordado».
«Voluntad de diálogo» para un nuevo Estatuto: «Imposible en el resto de España»
Un objetivo al que se ha referido y que será una realidad al ser aprobado este jueves en las Cortes de Castilla-La Mancha: «Aquí hemos conseguido un acuerdo para una nueva herramienta», por lo que ha agradecido públicamente «la voluntad de diálogo» de los grupos parlamentarios, en referencia al PSOE y el PP, por haber llegado a un acuerdo, algo que «se ve imposible en el resto de España».
En contraste, ha criticado la actitud de la «ultraderecha» por empeñar en “torpedear” cualquier posibilidad de acuerdo, en atacar al estado de las autonomías y en “mentir sistemáticamente” para distorsionar la realidad.
“Curiosamente, mientras critican el sistema autonómico, se benefician de él, incluso subiendo sus sueldos un 25% con sobresueldos”, ha denunciado.
Sobre todo, Padilla ha subrayado que este gran pacto institucional dotará a Castilla-La Mancha “de una herramienta clave para seguir ampliando los márgenes de progreso y bienestar”. En esta línea, ha afirmado que el nuevo Estatuto “dará respuesta a las necesidades presentes y futuras de la ciudadanía y garantizará nuevas oportunidades para continuar avanzando como región”.