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martes, 24 de junio de 2025
Un remanso de paz - 24 junio 2025 - Toledo

El tiempo parece detenerse para quien se adentra en esta noble villa toledana de raíces ancestrales. A tan solo 54 kilómetros de Toledo y a menos de 100 kilómetros de Madrid, se encuentra Escalona, un enclave singular donde la vida se saborea con otro ritmo.

Esta localidad toledana se extiende desde las primeras estribaciones del Piélago y se adentra en la majestuosa Sierra de San Vicente, donde el río Alberche dibuja un auténtico paraíso en el que naturaleza y patrimonio se entrelazan en perfecta armonía.


Un castillo lleno de historias de poder y lujo «La casa más principal de España»

Este encantador pueblo toledano guarda entre sus calles y paisajes una riqueza patrimonial y natural difícil de igualar. Escalona, rodeada por una muralla del siglo XI levantada con el esfuerzo de sus propios habitantes —de la cual aún se conserva un imponente 70%—, es mucho más que un vestigio del pasado: es un testimonio vivo de la historia.

Pero si hay algo que desde la distancia cautiva la mirada, es su majestuoso castillo. Esta fortaleza, que protagonizó entre los siglos XIII y XVI una de las epopeyas más fascinantes de Castilla, fue conocida como la Corte de los Prodigios. En sus muros se entretejieron historias de ambición, intriga, poder, lujo… y también de muerte.

El Castillo de Escalona. Imagen: Rebeca Arango.

Un cronista medieval escribió que el Castillo de Escalona era “la casa más principal que había en España”. No le faltaba razón. Tras su imponente defensa militar, floreció una de las cortes más deslumbrantes de su tiempo, en la que el esplendor se respiraba en cada rincón.

Por sus estancias pasaron figuras ilustres como el Infante Don Juan Manuel, que supo elevar este lugar a alturas insospechadas. También fue morada del célebre Don Álvaro de Luna, uno de los hombres más poderosos de Castilla, cuya estrecha relación con el rey Juan II llegó incluso a despertar los celos de la propia reina.

Visitas concertadas y guiadas a un precio reducido

Un castillo con cientos de años de historia que desde el pasado mes de abril puede estar al alcance de cualquiera que desee conocerlo tras ser comprado por parte del Ayuntamiento de Escalona.

De esta forma, está abierto al público con visitas concertadas y guiadas a través de la oficina de turismo de la localidad, que serán de miércoles a domingo en horario de mañana, excepto los sábados, que también incluirá un paso por la tarde.

Serán de casi dos horas de duración y el precio de la entrada general será de 3 euros, siendo gratis para las personas que tienen la tarjeta ViveEscalona y para menores de 9 años. Para jóvenes entre 9 y 16 años, personas con discapacidad y grupos de al menos diez personas, la entrada será de 2 euros.

La visita permite ver las áreas exteriores, la fortaleza, el paseo de ronda, el patio de armas, el patio posterior que era un antiguo palacio renacentista, con sus restos arqueológicos recuperados y su mirador al río. También, el patio de honor donde Álvaro de Luna celebraba sus festejos y sus fiestas, así como la torre del Homenaje, su pieza más importante, el salón y la capilla de la Orden de Santiago.

Un remanso de paz de arena fina y aguas cristalinas

El río Alberche, al igual que el majestuoso castillo que corona la villa, constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la identidad y el día a día de Escalona. Ambos elementos, inseparables del paisaje y del alma del lugar, marcan el ritmo de la vida de sus habitantes y de quienes la visitan.

Sin embargo, el río no solo embellece el entorno con su discurrir sereno: ha sido, desde tiempos remotos, el verdadero artífice de un valle de características únicas, cuyas aguas han esculpido un espacio natural que trasciende lo visual para convertirse en parte esencial del modo de vida local.

Este enclave natural es, sin duda, un destino imprescindible en cualquier estación del año. El otoño lo tiñe de colores cálidos; la primavera lo llena de vida y aromas nuevos; el invierno lo convierte en un rincón de sosiego y recogimiento. Pero es durante el verano cuando el Alberche se convierte en el auténtico protagonista.

La playa fluvial del Alberche, un remanso de paz rodeado de arena fina y suaves sombras, es el lugar ideal para pasar el día en familia, lejos del bullicio urbano. Sus aguas cristalinas, de poca profundidad y corriente suave, invitan al baño seguro, al juego y al descanso. Allí, entre risas infantiles, chapoteos y momentos de calma, se forjan recuerdos que perduran en el tiempo.

Escalona no sería la misma sin su río. Visitarlo es más que un simple paseo por la naturaleza: es sumergirse en una forma de entender la vida, donde la armonía entre el ser humano y su entorno alcanza su máxima expresión.

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Sara Acero
Sara Acero

Periodista ciudadrealeña graduada en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM)
Ligada desde 2018 a Toledo, ciudad en la que he crecido personal y profesionalmente.
Defensora de un periodismo local que sirva de altavoz y nos conecte con la realidad más invisible.
Escribo en este medio desde 2022 sobre temas de Toledo, educación, sanidad y sucesos.

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