fbpx
domingo, 1 de junio de 2025
Castillo y monasterio de Uclés. Foto: Turismo Castilla-La Mancha.
Castillo y monasterio de Uclés. Foto: Turismo Castilla-La Mancha.
Descubre la región - 31 mayo 2025 - Toledo

Castilla-La Mancha es la región por excelencia para disfrutar del turismo rural, donde su rica variedad te lleva desde pueblos medievales, a la ruta que hizo El Quijote, pasando por enclaves extraordinarios por su localización geográfica o rincones espectaculares por su entorno natural.

Aquí os dejamos 10 de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha para que puedas conocer un poco más la región.


Albacete

Alcalá del Júcar

Está declarado Patrimonio Histórico-Artístico gracias a la belleza de sus casas «escarbadas» en la montaña, que hacen que tu mirada se pierda en el espacio durante unos segundos, y a su castillo del siglo XII.

Es uno de los destinos preferidos para hacer turismo rural, donde podrás planearte un fin de semana aventurero. Parajes naturales, casas cueva, monumentos… Es, probablemente, el pueblo más pintoresco de la provincia de Albacete.

A orillas del río Júcar, su curso forma una garganta que dibuja un sinuoso paso que le da una belleza especial a la silueta de la localidad. Las casas por encima terminan de conformar una fotografía que nunca se te olvidará.

Letur

Letur es un encantador pueblo de la Sierra del Segura que destaca por su singular arquitectura, sus paisajes naturales y su rica historia. Este municipio, declarado Conjunto Histórico-Artístico, combina a la perfección el encanto rural con vestigios de su pasado árabe, ofreciendo a los visitantes una experiencia que mezcla cultura, naturaleza y tranquilidad.

El origen del pueblo está profundamente vinculado al periodo andalusí, cuando se convirtió en una importante alquería fortificada. Su ubicación estratégica sobre una ladera permitió a sus habitantes controlar el acceso al valle. Tras la Reconquista, el pueblo mantuvo su trazado árabe, adaptándose con el tiempo a las nuevas influencias cristianas y conservando un aire único que aún es evidente en sus calles. Letur está rodeado por un paisaje de gran belleza natural. Las sierras y valles que lo circundan ofrecen una gran variedad de rutas de senderismo y actividades al aire libre.

Además, el agua es protagonista en la zona, con ríos, arroyos y cascadas que aportan frescura al entorno. Las huertas tradicionales, regadas por sistemas de acequias de origen árabe, forman parte del paisaje rural del municipio.

En octubre de 2024, Letur sufrió los efectos de una DANA que afectó gravemente al casco histórico y a varias infraestructuras naturales del municipio. Aunque el pueblo quedó marcado por las lluvias torrenciales y los daños a sus recursos turísticos, actualmente se están llevando a cabo intensos trabajos de restauración y recuperación. Letur volverá a brillar con todo su esplendor y recuperará por completo su belleza y atractivo.

Letur, en la provincia de Albacete.

Letur, en la provincia de Albacete.

Ciudad Real

Almagro

Hablar de Almagro es, sobre todo, hacerlo de teatro. ¡Puro teatro! Su Festival Internacional de Teatro Clásico está considerado como el mayor centro mundial de creación teatral y pensamiento de los siglos XVI y XVII en el mundo hispano. Y su Corral de Comedias es el único que se ha conservado intacto y en activo hasta nuestros días. Un festival que llega cada julio a una monumental ciudad, durante 25 días y en unos 20 espacios diferentes. Sí, es único…

Como su Museo Nacional del Teatro, que es un viaje por la historia de las artes escénicas de España. En los Palacios Maestrales, al lado de la Plaza Mayor, cuenta con más de 8.000 obras sobre papel, colecciones de pintura, escultura, fotografías, maquetas, programas y trajes. Y en su claustro mudéjar se realizan exposiciones temporales, representaciones teatrales y talleres pedagógicos.

Cuando salgas, aprovecha para ver la Plaza Mayor, de planta rectangular, irregular, con soportales de columnas de orden toscano bajo galerías… Entras y te transportas al pasado.

Campo de Criptana

Los confundió con gigantes, pero solo eran molinos. Estamos en Campo de Criptana, cuyos molinos convirtió Cervantes en universales. Hasta 34 había en el siglo XIII, aunque ahora solo se conservan 10, tres de ellos de la época de El Quijote.

En la Sierra de los Molinos podemos visitar el Molino Infanto, con los mecanismos originales del siglo XVI, el silo excavado en la roca junto al molino donde se guardaba el grano; el molino culebro, dedicado a Sara Montiel; así como el Museo Eloy Teno, un espacio dedicado a artesanos como Eloy Teno, Antonio Manjavacas o Seceriano Lucas.

Molino de Campo de Criptana

Molino de Campo de Criptana

Cuenca

Uclés

Uclés fue en su momento uno de los lugares más importantes de La Mancha. Este municipio conquense, tras la conquista cristiana de la península, fue la sede de la Orden de Santiago y alcanzó su cenit. Coronado por su monumental castillo y su impresionante monasterio, Uclés es un lugar digno de visitar en la provincia de Cuenca.

Belmonte

En plena Mancha baja, Belmonte es un pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico y uno de los más bellos de Castilla-La Mancha con sus estrechas callejuelas, plazas y cuestas… El castillo es uno de los más activos e impresionantes de España de estilo gótico-mudéjar. Restaurado y convertido en museo.

El siglo XVI fue la época de mayor esplendor de la villa. Tres culturas, tres religiones, estuvieron entre estos muros: cristianos, musulmanes y judíos. Por la localidad pasaron además Franciscanos, Dominicas, Concepcionistas, Jesuitas, Dominicos, Trinitarios y Susulinas; además, contaba con un Corral de Comedias. La Colegiata de San Bartolomé, reclama su matriarcado sobre la villa en un estilo mayoritariamente gótico.

Se recomienda perderte por las calles de Belmonte: buscar la casa natal de uno de los hijos más ilustres de la villa, Fray Luis de León; las ruinas del Hospital de San Andrés; el convento de los Trinitarios en la calle Lucas Parra; la Casa Bellomonte, en la misma calle; atravesar las puertas de la muralla; el Palacio del Infante Don Juan Manuel; y, quizás por último, un atardecer desde el molino «El Puntal»…

Imagen del Castillo de Belmonte.

Imagen del Castillo de Belmonte.

Guadalajara

Sigüenza

Celtíberos, romanos, visigodos y árabes. Sigüenza bien vale una visita porque te vas a encontrar con una ciudad que ya habitaron en el Paleolítico y en el Neolítico. Las diferentes capas de la historia en sus rincones, calles, piedras… Llegas y verás una Sigüenza medieval que te llenará los ojos.

Con su imponente castillo en lo alto, tienes que ver el Doncel de Sigüenza, quien reposa en la Catedral, «la más bella escultura fúnebre de España», en boca del gran filósofo y ensayista José Ortega y Gasset; los restos de las murallas y, por supuesto, la Catedral en su conjunto. No te olvides, por cierto, de entrar en la iglesia de Santiago, que acoge el Centro de Interpretación del Románico de Guadalajara.

Plaza Mayor, Barrio Humanista, Palacio Episcopal… Y el mejor consejo cuando llegamos a una ciudad con tanta historia: que tus pasos te lleven allá donde tu mirada alcance, piérdete por sus calles porque seguro que volverás a encontrarte y lo que verás te sorprenderá aún más…

Valverde de los Arroyos

Valverde de los Arroyos es, sin duda, uno de los lugares más característicos y representativos de la Arquitectura Negra de Guadalajara y ofrece una perfecta simbiosis entre su conjunto arquitectónico popular y el paisajístico. Numerosos arroyos y torrenteras confirman el porqué del nombre del pueblo.

En la plaza Mayor se encuentra una tosca y bella iglesia que alberga una antigua Cruz Procesional del siglo XVI, realizada por el orfebre Diego Valle, oriundo de Segovia. Junto a ella, el caminante encontrará el característico juego de bolos que servía a los montaraces habitantes de estas tierras como hobby.

Además, uno de los atractivos de la localidad son las numerosas rutas de senderismos que se pueden hacer, como el camino del collaillo o las Chorreras de Despeñalagua.

Valverde de los Arroyos, Guadalajara. Foto: turismocastillalamancha.es.

Valverde de los Arroyos, Guadalajara. Foto: turismocastillalamancha.es.

Toledo

Oropesa

A la Edad Media también nos llevará Oropesa, en la provincia de Toledo. Allí, su imponente castillo del Siglo XII preside la comarca a la que da nombre el pueblo, la Campana de Oropesa. Un castillo que alberga un Parador de Turismo, donde podremos dormir como si fuésemos un noble del medievo.

El legado árabe también se nota en el municipio, como en el propio trazado de las calles, en los restos que se conservan en el castillo e incluso en una leyenda sobre el nombre del municipio, puesto que, según cuenta, los musulmanes apresaron a una princesa y pidieron un rescate que suponía el peso de la dama en oro, de ahí el Oro-pesa. De hecho, el Rescate de la Princesa es una de las escenas que se representa en sus famosas Jornadas Medievales, que además se celebran en el mes de abril, por lo que esta primavera es el momento ideal para visitar el municipio toledano.

Consuegra

Con sus 12 molinos de viento, construidos en el siglo XIX, y el castillo de la Muela, Consuegra está dividido en dos por el río Amargillo y mezcla en perfecta armonía edificios monumentales con casonas de arquitectura popular con patios y azulejería, ofreciéndonos pinceladas del tipismo manchego y castellano.

En el cerro Calderico, donde se puede imaginar la batalla de Don Quijote contra los gigantes, los Carpetanos fundaron el primer asentamiento en el siglo VI a.C. Posteriormente, en el siglo II a.C. los Reinos y Califatos pelearon por Consocra, edificando un castillo milenario en el que se albergó la sede la Orden de San Juan de Jerusalén desde 1183, siendo Consuegra la capital del Gran Priorato de San Juan de Jerusalén en Castilla y León.

Oropesa. Foto: Rebeca Arango.

Oropesa. Foto: Rebeca Arango.

Enclm

Redes sociales:

(Visited 195 times, 79 visits today)