El mercado de aceites esenciales extraídos de manera natural de las flores de lavanda y sus especies híbridas (lavandines) se encuentra paralizado por una fuerte caída de sus precios de mercado, que rozan como media el 70 % de bajada en cuatro años.
De hecho, han pasado de 30 euros/kg hace cuatro años hasta los actuales 10/11, según los datos de la Asociación Nacional Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales (Anipam) que se han expuesto en una jornada informativa en el Instituto de la Ingeniería de España (IIE), en Madrid.
Guadalajara, y más concretamente Brihuega es una de las zonas más cultivadas de lavanda de Castilla-La Mancha, y esta situación puede afectar a productores y agricultores de la comarca.
Como resultado de esta situación, no se realizan operaciones comerciales significativas, lo que pone en riesgo, incluso, las exportaciones, según Anipam. También han alertado de la ausencia de apoyo de las administraciones y del «probable uso» de productos sintéticos en lugar de las plantas.
Según el presidente de Anipam, Abelardo Carrillo, en declaraciones a Efeagro, el sector está pasando por «una crisis que puede ser terminal». Carrillo ha advertido que los precios no cubren ni el 50 % del coste de la materia prima y, en consecuencia, «hay un riesgo muy evidente de desaparición del sector».
Sin embargo, la industria española de la higiene, la cosmética y la perfumería ha alcanzado niveles de crecimiento «históricos» en los últimos años. La sequía, que ha afectado a no menos del 30 % de la superficie cultivada, ha sido una de las causas que ha puesto al sector al borde de la desaparición.
La superficie cultivada
En 2024, la superficie destinada a cultivos de plantas aromáticas, condimentarias y medicinales en España fue de 21.240 hectáreas, de las que 9.451 correspondieron a la lavanda y el lavandín, un híbrido de lavanda y espliego con mayor rendimiento y un precio competitivo, a diferencia de la lavanda, de un bajo rendimiento y con un precio elevado.
La destinada específicamente a aceites esenciales (que se extraen de esas plantas) en 2025 alcanzó las 9.200 hectáreas, de las que la mayoría corresponde al lavandín, según Anipam.
Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con mayor superficie de estos cultivos este año (un 51,6 % del total), seguida de Castilla y León y la Región de Murcia.