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28/01/2015junio 8th, 2017

Los recursos hídricos de la cuenca del Júcar podrían bajar hasta un 20 por ciento en los próximos 30 años como consecuencia del cambio climático, según un estudio que advierte que ya se observa una importante reducción hídrica en las cabeceras del Júcar y el Cabriel, en Cuenca y Teruel.

El estudio ha sido desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), que han abogado en las conclusiones por que se pongan en marcha «medidas adicionales para adaptarse al cambio climático», según ha indicado en un comunicado la institución académica.


También destacan la necesidad de optimizar las acciones de la Planificación Hidrológica ya que, a su juicio, quien toma decisiones sobre inversiones «necesita de previsiones a más corto y medio plazo».

El estudio, publicado recientemente en el ‘Hydrological Sciences Journal’, ha sido desarrollado por los investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV José E. Capilla, Miguel Ángel Pérez y Vicente Chirivella.

Los investigadores inciden en su trabajo en una «notable» y «paulatina» reducción de la cantidad de agua disponible en la cuenca del Júcar y afirman que de aquí a 2040 «los recursos podrían bajar entre un 10 y un 20 % adicional a los que tenemos ahora».

«Nuestro trabajo aporta resultados para que los gestores del agua sepan cómo responder a estos nuevos escenarios, cómo operar los embalses o cómo gestionar el agua subterránea, y serán necesarias más medidas de ahorro, así como potenciar la reutilización de aguas residuales tratadas», destaca José E. Capilla, uno de los investigadores.

Para obtener la predicción aplicaron Patrical, un modelo hidrológico desarrollado desde el IIAMA, y analizando los escenarios climáticos disponibles para el periodo 2010-2014, propuestos por la Agencia Española de Meteorología (AEMET), obtuvieron la predicción de impacto sobre los recursos hídricos del Júcar.

Según los investigadores, ya se están viendo cambios en la cuenca que afectan fundamentalmente a las zonas de cabecera de los ríos Júcar y Cabriel (Cuenca, Teruel), donde observan una importante reducción hídrica.

«Precisamente en el interior, en las zonas que aportan más recursos embalsables, la situación es y será más crítica. También en las zonas de Alicante el modelo predice una notable bajada de aportaciones», añade Capilla.

Además, advierten de que la recarga de agua a los acuíferos también se verá afectada en los próximos años, con una reducción en el agua que se infiltra procedente de la lluvia.

Una de sus principales novedades radica en que, a diferencia de la mayoría de este tipo de trabajos, que establecen predicciones a largo plazo-finales de siglo-, el estudio dibuja un posible escenario para las próximas tres décadas.

«Vivimos en una de las zonas más sensibles al cambio climático, de ahí también que las predicciones a más corto plazo adquieran, si cabe, más importancia para saber cómo y dónde priorizar las inversiones», afirma Capilla.

Estos trabajos han sido realizados con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar, responsable de la gestión del agua en esta zona y encargada de realizar la Planificación Hidrológica para los próximos años.

Enclm

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