La llegada de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) a Toledo no ha pasado desapercibida. En los últimos días, se ha desatado la polémica después de que varios de estos servicios hayan comenzado a operar en tramos urbanos, en lugar de limitarse al ámbito interurbano, que es el que tienen autorizado por parte del Gobierno regional.
Desde la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha han informado que, en la actualidad, existen 537 licencias de VTC en la región, aunque no todas funcionan en el territorio. Por provincias, Albacete es la que menos licencias tiene con 10, seguida de Cuenca con 33, Ciudad Real con 73, Guadalajara con 159, y Toledo con 262, lo que la convierte en la provincia con mayor número de autorizaciones.
Unas cifras que sitúan a la capital regional en el punto de mira y que ha provocado que se reabra el debate del uso de los VTC. Todo ello, con el sector del taxi en contra de su llegada, con posturas enfrentadas sobre la competencia, el marco legal y el impacto en los usuarios.
Según las cifras ofrecidas en junio por parte de la Federación Regional del Taxi de Castilla-La Mancha (Fretcam) se habían concedido por parte de la administración regional 430 autorizaciones VTC, lo que supone un 135% más respecto a 2023 y se traduce en que, actualmente, en Castilla-La Mancha hay 1 VTC por cada 2,5 taxis.
Al respecto, el consejero de Fomento castellanomanchego, Nacho Hernando, ha puntualizado muchas de estas licencias, aunque registradas en Castilla-La Mancha, en realidad prestan servicio en Madrid o Valencia, lo que en parte distorsiona la percepción del número real de vehículos en circulación dentro de la comunidad.
Desde el Gobierno regional han dejado claro que defenderán al sector del taxi de Castilla-La Mancha y para ello han convocado una mesa de trabajo para estudiar de su mano posibles medidas que garanticen que la llegada de los VTC se ajusten a la normativa vigente.
