domingo, 12 de mayo de 2024
28/07/2014junio 9th, 2017

Los profesionales del centro de salud de Madridejos continúan llevando a cabo numerosas actividades de educación para la salud destinadas a mejorar la calidad de vida de los usuarios de atención primaria.

Un total de 26 usuarios de entre 45 y 70 años se han beneficiado de la actividad de educación para la salud sobre diabetes mellitus tipo 2. Su principal objetivo es desarrollar sus habilidades y destrezas para que ellos mismos puedan llevar a cabo el autocontrol y autocuidado de su enfermedad.


Los talleres de diabetes del Centro de Salud de Madridejos han constado de ocho sesiones de 120 minutos de duración desarrolladas conjuntamente por la doctora Montserrat Frías Castro y la enfermera Juana González López.

Durante esas sesiones los profesionales sanitarios trasladaban a los diabéticos en qué consiste su enfermedad, cómo debe ser su alimentación (sus mitos y verdades), el ejercicio que deben realizar o la medicación que deben tomar. Así mismo, se les indica lo que son las hipoglucemias y cómo deben prevenirlas y tratarlas, cómo debe ser el cuidado de sus pies, y cómo relajarse del estrés y mejorar su glucemia.

MUSICOTERAPIA Y ESTIMULACIÓN PARA LOS MAYORES

Además de las actividades desarrolladas en el propio centro de salud, los profesionales de Atención Primaria del Sescam se desplazaban a otros recursos asistenciales del área, como las residencias, para impartir talleres de musicoterapia y estimulación.

Y es que la musicoterapia y la estimulación son uno de los medios más eficaces para actuar positivamente sobre las personas mayores como ayuda a la conservación de sus capacidades intelectuales, afectivas y de participación. Se justifica especialmente para las personas ingresadas en centros, como residencias, como medio de relación.

El taller de musicoterapia impartido en la residencia de ancianos Cristo del Prado de Madridejos cuenta con la participación de los enfermeros del Centro de Salud del municipio Tomás Polo García y Maribel Gómez Rodriguez. Ellos, junto a los profesionales de la residencia, tratan de estimular mediante la música (cantando, oyendo o participando en representaciones), la memoria, la afectividad positiva y la participación de los ancianos.

Tal y como señalan los organizadores, se trata de una actividad “sumamente positiva” para los residentes, en todas las facetas (emocional, sensorial, participativa, de relación o de convivencia), tanto en el aspecto físico como en el espiritual, incluso en aquéllos que presentan algún grado de demencia.

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