El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha considerado que Carles Puigdemont y su partido Junts lo tienen «crudo» si amenazan con tumbar los Presupuestos Generales del Estado, ya que, según ha recordado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que seguiría gobernando sin ellos. De cualquier forma, ha señalado que «los peajes del independentismo son peores y más caros que aprobarlos o no».
A preguntas de los periodistas tras inaugurar las IV jornadas ‘Castilla-La Mancha, Tierra de Oportunidades: Modelos de negocio para el siglo XII’, organizadas este lunes por ENCLM en Toledo; el jefe del Ejecutivo regional se ha pronunciado sobre la reunión de este lunes de la cúpula de Junts, partido que este fin de semana ha vuelto a amenazar con dejar caer al Gobierno de Sánchez.
Page anuncia una nueva «poda» de burocracia: 80 procesos serán eliminados o simplificados
Acerca del futuro de la legislatura, Page ha insistido en que el Gobierno de España «no puede fiarse lo más mínimo de alguien que, realmente, lo que quiere es romper España. Y en ese romper España, obviamente, se rompe el gobierno».
Palabras que le han llevado a recordar que Sánchez dijo hace «no mucho tiempo» que seguiría en el poder sin presupuestos, algo que para García-Page es «una apreciación preventiva». De manera que, según ha dicho el presidente regional, si Puigdemont lo que quiere es «amenazar» con los presupuestos, «me da la impresión de que lo tiene crudo».
En este sentido, ha añadido que «los peajes que pone el independentismo son normalmente peores y más caros que aprobar o no aprobar el presupuesto».
También ha señalado que, al asegurar Pedro Sánchez que la legislatura iba a continuar con o sin presupuestos, al desaparecer, en principio, la posibilidad de una convocatoria de elecciones, se «desincentiva» el apoyo a los presupuestos.
«La verdad es que creo que el país está agotado de aguantar a tanta gente que nos desea lo peor».
Críticas a las reuniones con Junts
Sobre un nuevo encuentro del expresidente socialista Zapatero con el partido Junts -encuentros con los que Page es crítico-, el líder castellanomanchego ha criticado que la reunión no se hiciera pública y ha insistido en que «no se debía haber mantenido ningún tipo de consenso con alguien que lo que quiere es acabar con el conjunto de España (…) Alguien que se reclama progresista, que se reclama de la igualdad, no puede estar al mismo tiempo pactando con una persona que está en la extrema derecha, en este caso independentista».
Acerca posturas con Podemos
Sobre el rechazo de Unidas Podemos al traspaso de las competencias en materia de inmigración a Cataluña, García Page ha señalado que coincide «por completo, quizás es en lo poquito que coincido, pero coincido», con la decisión del partido de Ione Belarra, pues opina que es «inmoral» esa cesión.
«No hay nada que justifique el hecho de que un Estado erosione su propia soberanía territorial afectando a las demás comunidades autónomas», y ha reiterado que desde Castilla-La Mancha «no vamos a estar parados de brazos cruzados», pues, para Page, la decisión «ataca de raíz el principio de igualdad» y ha vuelto a señalar los planteamientos «racistas y xenófobos» de Junts.
El Tribunal Constitucional admite el recurso de Castilla-La Mancha al reparto de menores migrantes
Fallos en las pulseras de protección a víctimas de violencia de género
Por otro lado, el presidente también se ha referido a los fallos en las nuevas pulseras antimaltrato.
Ha considerado que «lo verdaderamente importante es saber qué ha pasado. Yo creo que la tranquilidad del sistema radica en que funcione. Y por eso creo que lo verdaderamente importante es que se explique, sin».
Ha reprochado la actitud del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, pues «en cuanto sale una información, antes incluso de contrastarla, ya está pidiendo la dimisión y la cabeza del gobierno. Yo creo que lo verdaderamente importante aquí son las víctimas. No es si cae o no un ministro. Sea de ahora o sea el de Podemos de antes, me da lo mismo».
En este sentido, Emiliano García-Page ha continuado diciendo que «es un tema muy delicado como para manosearlo» y que lo «importante» es conocer si el sistema es fiable, con el objetivo de que «si no estamos convencidos, pues poder corregirlo».
«Lo serio es anteponer el bienestar de las víctimas» y darles garantías y confianzas en el sistema, ha acabado.
