«El niño estaba dormido, con la cara llena de polvo… Con 2 años había caminado 3 kilómetros»
"Ahí estaba, a unos 20 metros de nosotros, se levantó y vino, le cogimos y le llevamos al coche. En el trayecto se bebió un litro de agua. De inmediato se lo devolvimos a su abuela, imagínate la emoción…"