No solo Toledo tiene su gran fiesta del Corpus. El esplendor de esta fiesta también se vive en Camuñas (Toledo), cuyos vecinos se vuelcan literalmente con esta fiesta llamada «Pecados y Danzantes». A diferencia del Corpus toledano, que ha vuelto a celebrarse exclusivamente al jueves, el de Camuñas se celebra el jueves y el domingo, con lo que este fin de semana el milagro festivo regresa a las calles de Camuñas.
Probablemente fue entre los siglos XVI y XVII cuando estas danzas adoptaron la argumentación de Auto Sacramental al uso de la época. A lo largo de los siglos, el ritual se ha ido dotando de diversas interpretaciones hasta llegar a nuestros días en los que, bajo el título «El Triunfo de la Gracia sobre el Pecado», se desarrolla un Auto Sacramental mímico que viene a representar la atávica confrontación entre el bien y el mal.
Dos grupos perfectamente diferenciados son los que intervienen en esta representación: «Pecados», de imponentes y ricos atuendos, porte altivo y larga vara a guisa de lanza, cuyas caretas astadas delatan su maléfica misión; y los «Danzantes», de aspecto más humilde y careta nariguda que, alegres portadores del ritmo y de la danza, tienen a su cargo la encarnación de las virtudes y las almas benéficas. Su celebración coincide con la del Corpus Christi.
La fiesta del Corpus de Camuñas constituye un caso ejemplar de mantenimiento de antiguos ritos a través de los siglos, testimonio de otras formas de entender la fiesta religiosa, de cuando la severidad eclesial no era la norma.
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