martes, 7 de mayo de 2024
Artículo de opinión 16/06/2015junio 8th, 2017

«Hoy, 14 de junio, se celebra el Día del Donante de Sangre, una fecha que a muchas personas les pasará desapercibida, pero que a otras, les dirá algo, sobre todo a los que son donantes habituales y realizan esta acción altruista por principios, por solidaridad y generosidad con el resto de humanos.

Desde muy joven tuve la suerte de conocer a Germán García Ferreras, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Palencia; él me inculcó la idea de hacerme donante y así he permanecido hasta que por edad he dejado de serlo. La primera vez que doné fue a raíz de una operación que sufrió mi madre y ello me hizo pensar en lo necesario que es si uno cumple todos los requisitos para hacerlo.


Me dice mi buena amiga Begoña García, presidenta de la Hermandad de Donantes de Toledo, que en nuestra provincia hay más de 18.000 donantes activos, es decir, los que donan una vez al año al menos y los que lo hacen habitualmente. Que en 2014, se recogieron 18.525 bolsas, 16.776 de sangre; 1.212 de plasma y 535 de plaquetas, que eso en cristiano quiere decir que estamos en la media nacional y somos capaces de abastecer la demanda del hospital «Virgen de la Salud». Sin embargo este año se necesitará más, ya que se han abierto más quirófanos en Parapléjicos y se utilizará y necesitará más sangre. Que la sangre solo se extrae según demandas de los hospitales, ya que tiene una fecha de caducidad y se estropearía de no usarla.

Conozco muchas personas que son generosas, pero miedosas a la vez y piensan en lo peor si donan. Les animo a que acudan a un centro y vean que solo se tarda entre cinco y siete minutos en donar, que después se toma uno un pequeño refrigerio y en pocos minutos uno se ha recuperado y quedado nuevo, sobre todo, mentalmente, ya que sabemos que hemos realizado algo por el prójimo, por lo que nos sentimos satisfechos. Que no se corre ningún tipo de riesgo.

Así pues, en este día tan señalado, si usted tiene menos de 65 años, pesa más de 50 kilos y no tiene ninguna enfermedad que lo impida, dé un paso adelante y hágase donante de sangre. Recordemos cómo antiguamente se pagaba dinero por las donaciones. En nuestro país, afortunadamente ya no se hace eso desde hace muchos años. No obstante, estamos por debajo de la media en cuanto a otros países desarrollados; ahí nos ganan también. Y ánimo a todas aquellas personas que dirigen altruistamente las Hermandades, ya que en sintonía con hospitales realizan una impagable labor que solo desde ambas partes conocen y reconocen».

Carlos Martín-Fuertes.

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