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lunes, 6 de mayo de 2024
El ceramista de Talavera de la Reina Gustavo del Pino. Foto: EFE/Manu Reino.
La cerámica, protagonista - 02 diciembre 2023 - Talavera de la Reina

Castilla-La Mancha cuenta unas 600 personas que trabajan en oficios artesanos y se reúnen en unas 100 empresas, entre ellas las dedicadas a las alfombras de nudo de Almansa, los cuchillos de Albacete, las espadas de Toledo o la cerámica de Talavera de la Reina y El Puente de Arzobispo. En estas dos localidades hay unos 19 aprendices contratados para impulsar el relevo generacional de la cerámica.

El ceramista de Talavera de la Reina Gustavo del Pino considera que el relevo generacional es un problema en todas las artesanías, pero fundamentalmente en la cerámica donde «la gente no es consciente de que es un oficio real y serio».


«La ciudadanía considera que la cerámica es el nuevo yoga y que es para desconectar del mundo real, pero la cerámica no es un hobby sino algo serio que lleva mucha tecnología detrás», ha dicho Del Pino a EFE.

Ayudas para fomentar el relevo generacional

En este sentido, ha celebrado que en Talavera de la Reina hay un grado medio y superior de Cerámica en la Escuela de Arte y el Centro de Formación de Cerámica y del Vidrio que junto con las subvenciones del Gobierno regional para favorecer el relevo en actividades y oficios tradicionales en Castilla-La Mancha suponen «un empuje muy grande».

Gracias a un paquete de ayudas de la Junta de Comunidades Gustavo del Pino ha podido contratar a tres aprendices dentro de las diferentes categorías de subvención: «por mi propia cuenta solo podría haber contratado a una persona y en cambio soy el responsable de tres y estoy muy contento con ellos e ilusionado, ya que había pensado en aumentar mi negocio».

El decreto del Gobierno regional para estas subvenciones pretende facilitar «la formación práctica en las distintas actividades y oficios tradicionales en Castilla-La Mancha y el acceso al empleo de calidad dentro de los mismos, dando respuesta adecuada a la necesidad de personal cualificado que haga posible el relevo, con especial incidencia en actividades y oficios en riesgo de desaparición, así como en aquellos en los que las técnicas empleadas están declaradas Bien de Interés Cultural, con categoría de Bien Inmaterial».

La ayuda tiene tres variantes: para formalizar contratos de formación y obtener la práctica profesional adecuada al nivel de estudios en actividades y oficios tradicionales, y su posterior transformación en contratos indefinidos; para la contratación indefinida en actividades y oficios tradicionales; y para la transformación en contratos indefinidos de contratos formativos en actividades y oficios tradicionales.

La primera línea de subvención se prolonga tres años durante los cuales la Junta paga por adelantado el sueldo del aprendiz, 14 pagas y 12 meses de Seguridad Social, que se justifican al final del ejercicio para poder renovar y obtener la aprobación para el siguiente año.

«El contrato supone una continuación de lo que se ha aprendido»

Para Sonia Palos, de 52 años, aprendiz en un taller cerámico, es un «privilegio» poder ser una de las beneficiarias de la ayuda, que considera «bastante importante» ya que a su edad ve «muy difícil encontrar trabajo».

Dice que su experiencia «está siendo bastante buena», está aprendiendo «bastante» y está «muy contenta» porque es una continuación de lo que ha aprendido en el Centro de Formación de la cerámica y el vidrio.

En el caso de Andrea Tenorio, de 27 años, aprendiz en un taller en el que se realiza todo el proceso de la cerámica, ser beneficiaria le hace sentir «bastante orgullosa», sobre todo por haber conseguido empleo nada más terminar su formación en la Escuela de Arte.

«Me gustaría tener mi propio horno con mi taller para hacer mis piezas, idea que ya tenía cuando estaba saliendo de la Escuela», ha indicado Tenorio quien decidió probar a formarse en cerámica por no encontrar trabajo de fotógrafa.

Y la cerámica le gustó mucho, hasta el punto de «engancharse súper rápido» a esta artesanía. Tenorio es aprendiz en el taller de Gustavo del Pino.

«Muy contentos de que se cumpla con una demanda de los artesanos»

Por su parte, el presidente de la Federación regional de asociaciones de artesanos de Castilla-La Mancha (Fracaman), Roberto Perea, se ha mostrado «satisfecho» y «muy contento» de que el Gobierno regional haya implantado la ayuda puesto que «era una demanda de los artesanos».

Con los contratos los aprendices se van a formar en lo que han estudiado y sobre todo «pueden pasar dos cosas cuando acabe la ayuda: que sean contratados por la empresa donde estaban o que monten su propio negocio».

Perea es ceramista, por lo que también se ha acogido a la ayuda y cuenta con una aprendiz en su taller.

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