El Palacio Real de Madrid vivió la noche del miércoles un acontecimiento musical sin precedentes: el estreno en tiempos modernos de la Lamentación segunda del Jueves Santo de Luigi Boccherini, una obra desaparecida durante más de dos siglos y medio que volvió a escucharse en un Concierto Extraordinario en la histórica Capilla Real. La pieza, de aproximadamente quince minutos de duración, fue interpretada por la agrupación Nereydas, bajo la dirección del maestro toledano Ulises Illán, junto a la soprano María Espada y el violonchelista Guillermo Turina, quien tocó para la ocasión un violonchelo Stradivarius 1700 de las Colecciones Reales, del mismo tipo que utilizó el propio Boccherini durante su estancia como músico de la corte española.
La obra, considerada el precedente directo del célebre Stabat Mater, fue recibida con emoción y ovación por parte del público que llenó la Capilla Real, en un concierto que devolvió el sonido de la España ilustrada a uno de los escenarios más emblemáticos del patrimonio histórico nacional. La recuperación de esta partitura subraya también el vínculo de Boccherini con tierras castellano-manchegas, ya que el compositor acompañó al infante don Luis en diversos viajes y estancias en localidades como Talavera de la Reina, Velada, Oropesa, Escalona u Olías del Rey, donde concibió y desarrolló parte significativa de su creación musical.
Descendientes de Boccherini, en el concierto
La recién descubierta Lamentación fue grabada en audio y vídeo durante el concierto para su posterior publicación en los canales oficiales de Patrimonio Nacional y Nereydas, lo que permitirá su difusión internacional y la incorporación de esta pieza al repertorio contemporáneo. Entre los asistentes se encontraban la viceconsejera de Cultura de Castilla–La Mancha, Carmen Teresa Olmedo, junto a un nutrido grupo de representantes culturales y melómanos toledanos. Entre ellos asistieron Carlos Martínez Gil, musicólogo especialista en el siglo XVIII, autor del catálogo musical del Archivo de la Catedral de Toledo; Juan José Montero, director del Festival El Greco y responsable de programación del VIII Centenario de la Catedral de Toledo; Lola Valiente, presidenta de la Asociación de Amigos de la Música Clásica de Castilla-La Mancha;
Mariano Lozano, Hijo Predilecto de la ciudad por su labor de promoción cultural; y Eduardo Butragueño, coordinador de Cultura del Ayuntamiento de Toledo.
La nota curiosa de la velada la puso la presencia de descendientes de la séptima y octava generación de la familia Boccherini, un gesto simbólico que convirtió el recital en un reencuentro entre pasado y presente.
El éxito del concierto confirma la trayectoria imparable de Ulises Illán y de Nereydas en la recuperación del patrimonio musical español, consolidando una línea de trabajo que combina investigación musicológica rigurosa, excelencia interpretativa y una firme voluntad de devolver a los escenarios obras que, durante siglos, permanecieron en silencio. Con este estreno, ambos proyectos avanzan un paso más en su labor de situar la música histórica en el presente y en el mapa cultural contemporáneo.
El director Ulises Illán, con Nereydas, en el Palacio Real.
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