Hay un pueblo de Toledo en el que hay una finca que pertenece desde el siglo XIII a una de las principales familias aristocráticas de España: se trata de Malpica de Tajo y la finca llamada Dominio de Valdepusa, propiedad de la familia Falcó.
Esta finca fue adquirida nada menos que en 1292 y ha permanecido en manos de esta familia desde entonces.
Un proyecto vitivinícola innovador
En los años 70 del siglo pasado, Carlos Falcó, V Marqués de Griñón, convirtió la finca en un proyecto vitivinícola innovador, introduciendo variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot. En 2002, el Dominio de Valdepusa fue la primera finca en España en recibir la Denominación de Origen ‘Vino de Pago’, la máxima categoría de calidad del vino en el país.
Después de la muerte de Carlos Falcó en 2020, su hija Tamara heredó el título de Marquesa de Griñón. Aunque el Dominio de Valdepusa quedó principalmente en manos de su hermano Manuel Falcó, Tamara conserva un gran vínculo sentimental con la finca, al no olvidar que es un legado de su padre y un símbolo de referencia en el mundo del vino.
La finca ocupa una superficie de 52 hectáreas, incluyendo la viña original de cepas Cabernet Sauvignon plantadas en 1974. A partir de 1991, esta se amplía progresivamente con las variedades Syrah y Petit Verdot, ambas pioneras en España, y Graciano.
El paisaje de la viña incluye encinas de gran tamaño y bordean sus caminos cipreses , rosales e hileras de espliego. La casa principal y la bodega se asientan en edificios históricos del siglo XVIII. El patio central, de clásica arquitectura toledana, alberga un lagar en el que los visitantes pueden experimentar el sistema tradicional de pisado de la uva en época de vendimia.
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La bodega
Marqués de Griñón es una bodega familiar con un claro objetivo: la búsqueda de la excelencia. Sus vinos se elaboran manteniendo una filosofía de cultivo y elaboración basada en la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, pero también en la innovación y el uso de tecnologías avanzadas, apostando por una síntesis entre tradición y progreso.
La sala de crianza fue construida en 1989 con capacidad para 2.000 barricas bordelesas, con la particularidad de ser íntegramente subterránea. En ella, la limpieza y el control de temperatura, así como la ausencia de oxígeno en prácticamente todas las operaciones posteriores a la fermentación, son normas de estricta observancia. Hay asimismo una moderna instalación de aire acondicionado con control higrométrico, lo que permite que las condiciones en las que se trabajan los vinos sean siempre ideales, empleando únicamente barricas de roble francés Allier.
Los hitos
En 2002, el Estado español le otorgó a Dominio de Valdepusa la primera Denominación de Origen de Pago. En 2003 se convalidó este reconocimiento por la Unión Europea, convirtiendo a Dominio de Valdepusa en la primera finca española en recibir un reconocimiento solo obtenido anteriormente por pagos míticos como Romanee Conti o Sassicaia.
