Un vino rosado, tempranillo y ecológico le ha valido a Bodega Latúe-San Isidro, de Villanueva de Alcardete (Toledo), una Medalla de Oro de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE) de Ámsterdam, galardón que le servirá de acicate para seguir creciendo y «poder llegar a todo el mundo».
Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press María Moral, del Departamento Técnico de Bodegas Latúe. Aunque lleva participando en la feria desde que se inició hace 17 años, es la primera vez que ha competido con sus caldos.
«Es un honor haber recibido este reconocimiento. Representa a nuestro pueblo, a nuestra bodega y, sobre todo, a nuestros cerca de 500 socios. Gracias a ellos, es posible elaborar vinos de este tipo y de esta calidad».
Al margen del galardón, y a pocas horas de que la feria eche el cierre, Moral hace balance positivo, dada la gran cantidad de visitas, tanto de antiguos clientes como de otros nuevos, que han desfilado por su estand.
«Esperamos seguir creciendo», defiende esta integrante del Departamento Técnico de Latúe, que añade que, pese a los inconvenientes de la cosecha de este año, han obtenido una producción muy similar a la del año anterior, cercana a los 38 millones de kilos de uva. De ahí que confíe en que las ventas sigan siendo muy similares.
«Ha sido una etapa de incertidumbre, aunque parece que se está moviendo algo», afirma María Moral preguntada por la situación del mercado.
De lo que sí escapa esta bodega toledana son de los efectos de la política arancelaria de Estados Unidos, pues su principal mercado está en Europa y Asía, colocando caldos en países como Japón. Aunque sus potenciales clientes son exteriores, esta bodega toledana tiene también ventas nacionales positivas.
La representante de Latúe también ha hablado de los vinos «low & no alcohol», segmento que ha centrado buena parte de la feria que durante dos días ha convertido a la capital de los Países Bajos en el epicentro del de comercio del vino a granel.
Moral ha explicado que de la bodega de Villanueva de Alcardete ya han salido un blanco y un rosado bajo la marca que ‘OYE’, con la idea de seguir desarrollando nuevos productos para colonizar parte de ese nuevo nicho de negocio.
«De momento, el mercado es un poco reacio a este tipo de producto. Pero poco a poco las técnicas van mejorando y al final se van a conseguir productos muy interesantes, que van a llegar a una gran cantidad de consumidores», concluye.