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viernes, 26 de septiembre de 2025
tomentas Cuenca
Las tormentas dañaron diversos cultivos de las provincias de Albacete y Cuenca. Foto: ASAJA Cuenca.
Ha sido un año húmedo, pero no homogéneo - 26 septiembre 2025 - Madrid

Los agricultores españoles y castellanomanchegos miran al cielo esperando que llueva de cara a la cosecha de aceituna para aceite y la vendimia, justo ahora que está a punto de finalizar un año hidrológico marcado por la dana de octubre, las lluvias de primavera, el pedrisco y las olas de calor e incendios de verano.

El verano “más cálido de la historia”

El Ministerio para la Transición Ecológica, que ha calificado este verano como «el más cálido de la historia» desde que hay registros, calcula que las precipitaciones acumuladas han sido un 8 % superiores a las del valor normal desde que comenzó este año hidrológico, el 1 de octubre de 2024, hasta el 16 de septiembre.


La agricultura española, en líneas generales, ha agradecido sin lugar a dudas las mayores precipitaciones tras dos años de sequía, pero como ha apuntado desde la Comunidad Valenciana Fernando Durá, responsable estatal de Agua y Regadíos de Unión de Uniones, «no ha llovido a gusto de todos, para variar».

Danas en Albacete y Cuenca

Las danas registradas entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024 afectaron gravemente a explotaciones agrícolas y ganaderas e infraestructuras rurales en las provincias de Valencia, Albacete, Cuenca y Málaga.

Organizaciones agrarias estiman en más de 4.000 hectáreas los daños de la DANA en el campo

La Comunidad Valenciana fue la más afectada, con 47.466 hectáreas el terreno agrícola dedicado principalmente a arroz, almendro, cítricos, caquis y viñedo, según el ejecutivo regional.

Durá ha añadido que este año hidrológico ha llovido más, sobre todo en primavera, pero en algunos sitios, «lo ha hecho mal», con «episodios de pedrisco que han destrozado cosechas» en muchas comarcas del centro de Valencia.

Restricciones de riego

Mientras, en otras, «se mantienen restricciones de riego», como sucede en zonas de viña y avellanas de Tarragona, en la cuenca del Segura, en áreas citrícolas andaluzas y en otras de cultivos de secano que por la falta de lluvias «no han llegado a rematar».

«Ha sido un año húmedo, pero no homogéneo, en el que el calor y la falta de precipitaciones desde el verano han rebajado la vendimia; el olivar se ha recuperado después de campañas bastante malas, pero en Córdoba, por ejemplo, están esperando que caiga un poco de lluvia estos días para que no baje la producción», ha comentado.

El técnico de Asaja Ignacio López ha añadido que «la campaña de aceituna de mesa también está tocada por la falta de lluvias tras un verano muy seco», a la vez que ha destacado que, «aunque los embalses están relativamente bien de agua, hay cuencas que están comprometidas, como la del Segura».

Ha recordado que durante este año hidrológico, en el que la campaña de cereales ha sido abundante aunque sus precios «están mal», el campo español va a registrar «la cosecha más baja de cítricos de los últimos 16 años» y «una de las vendimias más cortas».

El secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Huertas, ha destacado las «duras olas de calor» que ha atravesado el campo extremeño y que se ha traducido en una «importante caída» para el tomate de transformación que, como el maíz o el arroz, se sembró tarde por las lluvias y se está recogiendo antes de tiempo por las altas temperaturas.

Cambios para mejorar la gestión del agua

Sobre qué cambiaría de la gestión hidrológica de España, Huertas ha apuntado que es necesario que las confederaciones hidrográficas tengan más en cuenta a las comunidades de regantes, «que se democraticen, porque en muchos casos se limitan a pasarnos la factura, cuando somos los principales usuarios».

Desde Asaja, López ha reconocido que «el tema del agua es la asignatura pendiente que hay que afrontar sí o sí» porque, a su juicio, «es importante asegurar la capacidad hídrica con inversiones en mejoras en infraestructuras, almacenamientos y en la limpieza de los cauces de ríos».

Durá ha remarcado que la agricultura es «un sector esencial» al que no le puede faltar agua para cultivar alimentos, «porque lo que necesitamos todos los días es comida», por eso -ha indicado- «a todos los que se les llena la boca con la soberanía alimentaria, les diría que prioricen este recurso escaso para el campo».

Efe

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