El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha ha informado en su último número que en el mes de agosto comenzará la campaña para el control de la mosca del olivo en la región.
Red de seguimiento de la mosca del olivo
Para ello, establece la ‘Red de seguimiento de la mosca del olivo en Castilla-La Mancha’, compuesta por técnicos de las Oficinas Comarcales Agrarias (OCA); Agrupaciones de Sanidad Vegetal (ASV) de olivar y la Estación Regional de Avisos Agrícolas (ERAA), donde se coordinará dicha red de seguimiento.
La mosca del olivo está considerada la plaga más importante del olivar. Los daños que produce pueden disminuir la producción, debido a la caída de las aceitunas afectadas, y bajar la calidad de los aceites, ya que en las galerías causadas por las larvas en el fruto pueden ser vías de entrada de enfermedades fúngicas, las cuales pueden interferir en el índice de acidez y la calidad organoléptica.
Los adultos depositan sus huevos bajo la epidermis de la aceituna, estos eclosionan y las larvas comienzan a alimentarse de la pulpa hasta que pupan, de aquí saldrá el nuevo adulto que abandona la aceituna dejando un orificio de salida y marcando la nueva generación.
Para el desarrollo de la plaga las condiciones ambientales tienen que ser favorables, temperaturas entre 20-25 ºC y humedad relativa alta. La temperatura es el factor que más incidencia tiene sobre la mosca del olivo, si son superiores a 30ºC, puede disminuir la viabilidad de los huevos y larvas muy pequeñas, superiores a 35 ºC pueden aumentar la mortalidad de pupas, y sin son mayores a 40 ºC pueden provocar la muerte de adultos.
A su vez, para que una aceituna sea receptiva a la picada de mosca el hueso debe estar mínimamente endurecido, con un diámetro superior a 8-10 mm y que no esté excesivamente madura.
Población de mosca del olivo
Estos factores hacen que, aunque durante el mes de julio haya población de mosca del olivo, las condiciones climáticas regulen de forma natural el desarrollo de la plaga y no suela ocasionar problemas en la región.
En estos momentos, se recomienda vigilar el cultivo, observando la evolución de la plaga y el seguimiento de las poblaciones con la instalación de trampas y realización de muestreos.
Siguiendo las indicaciones de la Gestión Integrada de Plagas, se debe realizar un seguimiento de la evolución de los niveles de población de mosca del olivo, para poder realizar los tratamientos en los momentos adecuados.
A su vez, se antepondrán, siempre que sea posible, los métodos biológicos, biotecnológicos, culturales o físicos a los métodos químicos.
Estrategias de lucha
Para el control de esta plaga se pueden seguir distintas estrategias de lucha: Captura masiva, atracción y muerte; tratamiento biotécnico; con insecticida biológico; parcheo o pulverización total.